El barómetro político del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) vuelve a salir de la cocina de José Félix Tezanos con una hipotética y amplia victoria del PSOEen caso de que hubiera elecciones. Poco difiere de los anteriores en unas encuestas algo descafeinadas realizadas casi un mes antes de las andaluzas, que vuelven a situar a los socialistas en primer lugar, con una intención de voto del 31,2 por ciento y una ventaja de 12,1 puntos sobre el PP, que vuelve a la segunda plaza a costa de Ciudadanos, que baja casi tres puntos. La alianza de Unidos Podemos y sus confluencias subirían hasta el 18%. 

Desde el CIS explican que no hay cocina, sino que lo que hace Tezanos es imputar la «simpatía a partidos» como posible opción de voto para «aquellas personas entrevistadas que han afirmado indecisión (opciones de «no sabe» o «no contesta») o intención de abstención. Es decir, a quienes no declaran expresamente una intención de voto a ningún partido se le imputa como opción probable aquel por el que afirma sentir mayor simpatía».

Esto sucede con un 21,5 por ciento de los encuestados, que no sabe aún a quién votar o no contesta y más un 11,4 por ciento que piensa en abstenerse. De ahí que el CIS les pregunte sus simpatías, lo que da otra suma, de nuevo con el PSOE en cabeza con un 22,8 por ciento frente al 14 por ciento del PP, el 13,3% de Ciudadanos y el 13,1% de Unidos Podemos y confluencias.

El PDeCAT y el PNV bajan por primera vez por debajo del 1 por ciento y en noviembre solo logran un 0,8 y un 0,7 por ciento respectivamente, mientras que ERC sube hasta el 4,8 y Bildu se queda en el 1. 

En cuanto a VOX, que en los dos meses anteriores aparecía con una intención de voto de en torno el 1,3 por ciento, dobla su porcentaje hasta marcar en noviembre un 2,5, por encima del 2,1 por ciento de los animalistas del Pacma.