"Dar la cara contra la corrupción me ha desgastado mucho"

Benjamín López (SPC)
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La exministra y exmandataria de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aspira a la Presidencia del PP con la experiencia de haber llevado en las riendas del partido en épocas convulsas

La secretaria general del PP ha sido la persona que ha llevado las riendas de su partido en los momentos más convulsos y difíciles de los últimos años, dando la cara frente a los casos de corrupción que, como ella afirma, eran de otros. Ahora cree que eso, junto a su experiencia como ministra y como dirigente de Castilla-La Mancha, le legitima para ser la presidenta del Partido Popular. Y dice que lo hace sin complejos y convencida de la necesidad de recuperar valores y principios que el Gobierno tuvo que dejar a un lado, asegura, por hacer frente a la peor crisis económica de la democracia. 

¿Por qué ha decidido presentarse a estas primarias?

Por una razón muy simple. Estoy convencida de que teníamos que presentar una candidatura que fuese integradora, de partido fuerte de centro derecha español, que defendiera los valores que siempre ha defendido el PP: la unidad de España; el derecho de expresarnos; el derecho a que los padres puedan elegir libremente el tipo de educación que quieren para sus hijos. En definitiva, la defensa de la libertad. Creo, humildemente, que lo puedo hacer y liderar sin complejos y con mucha tranquilidad, mucha serenidad, pero también con mucha fortaleza, con la experiencia de saber cómo se ganan elecciones, de saber cómo se gobierna, y de apostar por nuestro país.

Respecto al PP actual, del que usted tiene mucho que ver, en el que ha dejado su sello porque ha tenido mucha responsabilidad, ¿qué impronta nueva pondría usted respecto al que conocemos ahora? ¿Cuál sería su Partido Popular, diferente al actual?

Cuando tú gobiernas en un momento tan complicado como gobernó el PP en los últimos tiempos, primero por la crisis tan dura, y luego por tener una mayoría muy minoritaria, a veces tus principios, la defensa de tus valores se queda al margen. Creo que eso se ha postergado durante años, pero tenemos que recuperar el orgullo de la defensa de nuestros valores, de aquello que siempre ha defendido el Partido Popular. Que los españoles se sientan seguros y se sientan protegidos por sus autoridades en el ejercicio de sus derechos. Todo eso, que quizás el Ejecutivo del PP ha tenido que dejar un poco atrás para garantizar pactos y estabilidad, lo tenemos que recuperar.

¿Le condicionó de alguna manera la decisión de Núñez Feijóo de no presentarse a este proceso electoral?

La decisión de Alberto de no presentarse, después de pensar que podría ser una propuesta de cierto consenso, también me animó a presentar mi candidatura, que pienso que es la candidatura que suma, que integra y que nos acoge a la mayor parte de nosotros. En mi candidatura no se queda nadie fuera porque, y lo digo con toda humildad y con toda convicción. Tengo meridianamente claro que lo más importante que puede pasar es que el 21 de julio el PP esté más fuerte y más unido que nunca. Y para eso hay que contar con todos. A partir de ahí, mi decisión fue dar este paso, por responsabilidad, por sentido del deber y con mucha ilusión. 

¿Qué le parece que se hayan presentado siete personas? ¿No es demasiado? 

No puede ser demasiado desde el momento en el que nosotros aprobamos unos estatutos que dicen que cualquier persona afiliada puede presentarse con 100 avales. Es muy fácil, por lo tanto, presentarse a ser presidente del PP. Si apostamos por la democracia interna, apostamos de verdad. 

¿Tienen intención de hacerle alguna oferta de integración a alguna de las otras candidaturas?

Yo ya me he sentado con alguna otra candidatura. Con la de Pablo Casado, la de José Ramón (García Hernández), y les he ofrecido integración, pero ambos quieren mantener sus candidaturas y a mí eso me parece muy legítimo. Pero mi mano tendida sigue absolutamente abierta y así va a seguir durante todo el proceso y también después.

¿Teme que la unidad del PP pueda saltar por los aires a costa de este proceso de primarias?

Este procedimiento ya lo hemos estrenado y lo hemos puesto en práctica con las últimas elecciones en congresos autonómicos, como por ejemplo en Castilla y León y en Castilla-La Mancha, donde hubo dos aspirantes. Y si apostamos por la democracia interna luego no nos podemos quejar de que esto puede dividir. Lo que es esencial que hagamos, es uno de los aspectos más importantes de mi campaña y de mi propuesta, es no olvidar de ninguna manera que, por encima de los intereses de los candidatos, está el PP. Este partido es esencial para España, y por lo tanto no lo podemos poner en riesgo. Y eso espero que nadie lo olvide. 

¿El candidato que saque un voto más que el segundo debería ser el presidente del PP? Dicho de otra manera, ¿entendería que los compromisarios eligieran a otro que no fuera el más votado?

Yo creo que tenemos que cumplir los estatutos del partido que establecen un procedimiento. Hay una primera vuelta donde vamos a estar siete candidatos, y hay una segunda vuelta donde solo pueden pasar dos, y entonces habrá recomposición del voto, como es lógico y normal. Eso es lo que aprobamos en los estatutos de nuestro último congreso, y lo aprobó todo el partido y, además, por una mayoría amplísima. Creo que las normas se tienen que respetar, porque si no, si vamos cambiándola según nos vaya interesando, sería defraudar al afiliado y al militante.

¿No sería un error ningunear al afiliado, que los compromisarios decidan algo diferente a lo que eligió?

Creo que aquí hay personas que tienen un error o que tratan de inducir a error a los demás. Los compromisarios son elegidos también por los afiliados. Van a votar en dos urnas, en una a los precandidatos, y en otra a sus representantes. Son los afiliados los que eligen a los compromisarios y, por tanto, es un proceso de elección indirecta. Lógicamente, al pasar solo dos, habrá mucho voto de personas que votaron al que no pasó, que podrán elegir a quién votan de los dos. Creo que es muy justo. 

¿El momento que vive ahora el PP se podría comparar al que se vivió cuando Alianza Popular se refunda en el actual Partido Popular? 

Para mí no es un momento igual, ni muchísimo menos. La refundación de Alianza Popular en Partido Popular viene por una suma que se hace de la antigua UCD y, por lo tanto, ahora esa idea de una formación de centro derecha ya existe dentro del PP, que es el referente ideológico y sociológico de muchas personas. A partir de ahí, hay que renovar, ¡claro que hay renovar! Es que todos los momentos de crisis son una oportunidad para mejorar. Pero no se puede tirar por la borda a un partido que ha sacado a España de la crisis económica más profunda de la democracia española, y que ha defendido al país frente al intento de los independentistas de romper la unidad de España. 

Usted habla de mejorar y renovar el partido. Hay otros candidatos que hablan de regenerar el PP. Y, claro, solo se puede regenerar lo que ha degenerado. ¿Cree que el PP necesita regenerarse?

Creo que prácticamente todos los candidatos, excepto dos, hemos formado parte del Comité Ejecutivo del PP hasta esta semana. Es decir, no son personas ajenas al PP. Cuando hablamos de regenerar, está bien que recordemos que prácticamente todos los que nos presentamos hemos formado parte de la estructura del partido todos estos años. Por eso nos tenemos que renovar entre todos. Aquello que está degenerado en el PP claro que hay que echarlo y cortarlo de raíz. Ya hemos hecho mucho ejercicio de ese durante esta legislatura. Todos aquellos que metieron la mano en la caja, esos corruptos que nos insultaron y nos defraudaron a tantos, están fuera hace ya mucho tiempo.

¿Eso le ha supuesto un desgaste personal?

Mire, yo he luchado mucho por eso, muchísimo. He presentado querellas personales, las he ganado. He denunciado a aquellos que han robado al PP, las he ganado. Me he enfrentado y he dado la cara por temas que no eran míos, que eran muy anteriores a que yo fuera secretaria general, defendiendo la honorabilidad de mi partido y de miles de afiliados. Esto es muy duro, y a mi imagen le ha perjudicado mucho. Soy muy consciente de ello. Eso quiere decir que yo he sido la persona más identificada en ponerme en frente a la corrupción, a que te partan la cara. Y no pasa nada, porque yo he asumido con gusto esta responsabilidad, pero te desgasta mucho. 

¿Hasta cuándo el PP va a tener que llevar ese peso de la corrupción sin poder mirar hacia delante?

Hay personas muy interesadas en repetir constantemente los casos de corrupción. Hay que hacer un ejercicio de franqueza y de claridad. Por mucho que hayamos contado una y mil veces que hemos luchado contra la corrupción, no hay mucho interés en que eso llegue al ciudadano. Hay corrupción en todas las formaciones políticas y en ninguna ha hecho tanto daño como ha hecho en la mía. Es mérito de los demás y demérito nuestro, seguramente. Nosotros tenemos que comunicar con mucha más fortaleza y poner en valor el orgullo de ser del PP. Si te escondes debajo del ala todo el día, parece que estas avergonzado, y yo no me avergüenzo de mi partido. Sí me he avergonzado y he pedido disculpas a todos los ciudadanos por haber tenido a chorizos en nuestras filas, pero esos no nos representan.

 ¿Cree que eso le ha costado ser ahora mismo un partido secundario en lugares como Cataluña?

Nuestro partido no puede dejar de tener la vocación de Gobierno. Y lo que nos ha pasado en Cataluña en estas últimas elecciones autonómicas es la expresión de que no hemos sabido conectar con los ciudadanos de Cataluña a pesar de que somos el partido que ha defendido la unidad de España. Nos hemos llevado la peor parte. Hemos tomado las medidas que creíamos mejores para nuestro país, no para nuestro partido, y nos ha salido muy caro. Por ir acompañados de otros grupos, el rédito se lo han llevado esos otros. Pero lo cierto es que no ha valido para nada la victoria de Ciudadanos en Cataluña. Si hubiéramos ganado nosotros, teniendo el Ejecutivo de España, se podrían haber hecho muchas cosas. Lo tenemos que decir alto y claro, que nos hemos equivocado haciendo las cosas, aunque haya sido con la mejor voluntad. 

¿Tiene tiempo el PP de rearmarse en el año que queda hasta los comicios regionales y municipales?

Sí, absolutamente. Tenemos la posibilidad y la obligación de hacerlo porque España hoy necesita al Partido Popular. Por eso, además de tener un partido unido, hemos de salir el día 21 del Congreso preparados para gobernar. Se lo debemos a los españoles. 

Los estatutos dicen que el que salga elegido presidente del partido será también candidato a la Presidencia del Gobierno ¿Le parece correcto?

Estoy de acuerdo con eso, y por eso lo voté en su día. No sé si hay gente que votó a favor y no estaba de acuerdo. Yo sí. 

¿Se han olvidado en ocasiones de sus votantes?

Rajoy llegó a la Presidencia del Gobierno en una crisis profunda, y lo primero era sacar al país del pozo y tuvimos que hacer cosas que están en contra de lo que siempre hemos dicho, como subir los impuestos, porque había que pagar la Sanidad y las pensiones. Hubo que dejar cosas al margen en beneficio de la estabilidad y la gobernabilidad del país. Por eso ahora, al menos en mi candidatura, es un mensaje clave el hecho de abanderar y recuperar los valores de nuestro partido a la hora de presentarnos a unas elecciones. Lo creo firmemente. 

¿Qué actitud va a tener con sus rivales si gana usted esta elección a la Presidencia del PP?

Si gano yo, como espero hacer, les pediré a todos que se integren en el partido, que formen parte de la dirección. No sobra nadie. Hay mucha materia gris en esta formación y espero que también mucho corazón para trabajar por España. Tenemos que contar con todos y por eso mi candidatura es de integración. No se deben pasar cuentas. Si queremos ganar las elecciones tenemos que contar con todos. 

¿Y si pierde?

Pues ponerme a disposición del ganador.