El Perdón no soporta el 'castigo' del cielo

Redacción
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La lluvia obliga a suspender la procesión del Martes Santo dos horas después de su comienzo, cuando los pasos alcanzaron la Plaza Mayor.

Después de una mañana en la que llegó a nevar, con unas temperaturas que se habían desplomado en las últimas horas y con unas adversas previsiones en algunos tramos de la noche del Martes Santo, la procesión de El Perdón se echó a la calle en el horario previsto. El transcurso fue efímero, apenas dos horas de cortejo, pues cuando el peregrinar de nazarenos alcanzó la Plaza Mayor irrumpió la lluvia. San Juan, la Magdalena y Jesús de Medinaceli se pusieron a resguardo en la Catedral, mientras que la Esperanza hizo lo propio en el Palacio Episcopal. Llegó el turno de las deliberaciones y entonces se tomó la difícil decisión de suspender. El Bautismo, que debía haberse incorporado desde la iglesia de San Pedro, de hecho, ni tomó partido en la procesión.

El Perdón se impone al 'castigo' del cielo
El Perdón se impone al 'castigo' del cielo - Foto: Sergi Perich

Una pena, porque en el capítulo de novedades, hay que destacar que San Juan Bautista, por primera vez desde que se recuperaron los añafileros, contó con una mujer en el desempeño de este cometido. Además, ha restaurado los cetros de los hermanos mayores. El Bautismo estrenó un juego de dos incensarios con naveta y unas gualdrapas adaptadas de un frente de altar fechado en 1850 con hilo y flecos de plata fina sobre terciopelo de sedas en color rojo sangre. María Magdalena, por su parte, lució enaguas nuevas; mientras que Jesús de Medinaceli incorporó hachones naturales en lugar de los artificiales. María Santísima de la Esperanza, por último, realizó una intervención en la estructura de las andas que ha permitido ampliar el número de banceros de 36 a 38 y aligerar de forma notable el peso.