Sinopsis oficial
Celia, una niña de 11 años, estudia en un colegio de monjas en Zaragoza y vive con su madre. Brisa, una nueva compañera recién llegada de Barcelona, la empuja hacia una nueva etapa en su vida: la adolescencia. En este viaje, en la España de la Expo y de las Olimpiadas del año 92, Celia descubre que la vida está hecha de muchas verdades y algunas mentiras
La crítica -
Por Juana Samanes
El paso de la infancia a la adolescencia de una niña-mujer, nacida en los años 80, es retratado con sensibilidad por la joven directora Pilar Palomero. Resulta totalmente creíble porque se basa en sus propias vivencias sin ser autobiográfico.
Año 1992. Celia, de 11 años, que vive en Zaragoza con su madre viuda y estudia en un colegio de monjas, percibe que hay secretos en su vida que ella desconoce, en una España en plena ebullición de acontecimientos.
Asombra favorablemente la elegancia en la narración de los hechos y la ecuanimidad al describir a las religiosas y su forma de educar en aquellos años donde lo habitual era la educación segregada.
Película donde hay instantáneas que lo dicen todo de un plumazo, como ese encuentro entre la madre de Celia (que trabaja en la ciudad) y su hermana que habita en el pueblo (de apariencia más anticuada) o ese baile a lo Mamma Chicho de las niñas en el patio del colegio, Telecinco ya estaba “maleducando” a esa generación.
Y presidiéndolo todo la mirada observadora de Andrea Fandos, en el papel de Celia, una niña que quiere saber más de sí misma, y de lo que acontecerá en su futuro donde parece claro se convertirá en una mujer de talento.