Sinopsis oficial
Inspirada en hechos reales. Un grupo de strippers se une para estafar a sus clientes, ricos magnates de Wall Street. Cuando Elizabeth, una periodista del New York Magazine comienza a investigar, ellas verán peligrar su negocio y tendrán que afianzar su lealtad por encima de la envidia y la avaricia.
La crítica -
Por Juana Samanes
Un grupo de mujeres, que trabajan en un club de strippers, forman piña para estafar a sus clientes, algunos ricos magnates de Wall Street y otros, simplemente, ejecutivos que trabajan en el sector financiero. Una periodista de New York Magazine comienza a investigar sobre ellas.
La crisis financiera del 2008, y las graves consecuencias que se produjeron en la vida de millones de personas, ha sido abordada en el cine en diversas propuestas, la mayoría desde el punto de vista económico. Sin embargo la historia inspirada en hechos reales que nos propone Lorene Scafaria, narra como afectó a un grupo de strippers y las soluciones que buscaron para salir a flote. Ya les adelanto que no son precisamente heroínas.
Hacía tiempo que no se estrenaba una película donde se recurre tan descaradamente al sexo para atrapar al público o, si lo prefieren a la antigua, plagada de escenas “picantes”, al estilo de títulos como Showgirls que, fundamentalmente, muestran centímetros de piel femenina como reclamo para narrar la venganza de unas mujeres hacia sus “casposos clientes”. Como la mencionada película de Paul Verhoeven, la película hace una exhaustiva descripción del degradado mundo de los locales de striptease que, a pesar de su intento intento de diferenciarlo de locales de prostitución, parecen la misma cosa.
Una lista de famosas actrices y cantantes, Jennifer López, Julie Stiles (saga de Bourne), Constance Wu (serie televisiva Recién Llegados) o Cardi B (famosa en el mundo del rap) son algunas de las atractivas féminas que se han prestado a formar parte del elenco de este largometraje que no victima a estas mujeres pero que las disculpa, de alguna forma, por sus delictivas acciones. Salvo, Stiles, que interpreta a la reportera de investigación, el resto tuvieron que aprender los movimientos de “pole dance”, que ejecutan las bailarinas de los locales de striptease.