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NACIÓN CAUTIVA Ciencia Ficción

Sinopsis oficial

Diez años después de que la Tierra haya sido sometida por una fuerza extraterrestre, la sociedad humana se divide en disidentes y colaboracionistas. En la ciudad de Chicago un grupo de jóvenes busca sobrevivir y recuperar su identidad, pero no lo tendrá fácil.

Crítica La crítica - Por Juana Samanes

El director y guionista Rupert Wyatt utiliza el género de la ciencia ficción, dentro de un marco realista, para ofrecer un relato sobre los peligros que puede generar un estado totalitario de vigilancia, que puede atentar contra las libertades civiles.

   La acción nos traslada a la Tierra, diez años después de que se haya rendido a una fuerza extraterrestre terriblemente cruel. En nuestro planeta azul, la sociedad humana se divide entre disidentes y colaboracionistas. En Chicago, un grupo de personas de diferente extracción social han formado una pequeña resistencia para sobrevivir y para que la gente abra los ojos y se rebele. Frente a ellos la cabeza más visible es un veterano policía quien ha investigado incansablemente a esa facción clandestina, tanto por dedicación a la ley como por lealtad a su difunto compañero, fallecido durante la invasión, cuyos hijos podrían ser miembros activos de la célula.

   Como ocurría con la magnífica saga de Los juegos del hambre no crean que este largometraje, dirigido aparentemente a un público juvenil, carece de interés. Muy al contrario, el contenido es simple pero muy inteligente, desde el momento que muestra el peligro que supone la sumisión ante dictadores que no ven ciudadanos sino esclavos a los que arrancar de cuajo sus libertades. Si, además, como ocurre en Nación cautiva el desarrollo en imágenes es trepidante, y posee cierto tono conspiratorio, el resultado es bastante recomendable para los que busquen en la gran pantalla productos que ofrezcan entretenimiento pero también reflexión.

   El responsable tanto de la dirección como del guión (junto con su esposa Erica Beeney) es Rupert Wyatt, cuyos trabajos oscilan entre la comercial El origen del planeta de los simios con  películas mucho más personales  como El jugador. Wyatt encontró inspiración para su argumento en la obra de dos reconocidos cineastas europeos, el francés Jean-Pierre Melville (El ejército de las sombras,1969) y el italiano Gillo Pontecorvo (La batalla de Argel, 1967).

      Su propuesta, con una puesta en escena muy creíble,  se filmó en su totalidad en exteriores de la ciudad de Chicago a lo largo de nueve semanas durante el invierno de 2017, en lugares como el campus de la Universidad de Illinois-Chicago, las orillas del lago: Soldier Field (sede del equipo de la NFL de los Chicago Bears) y el enorme McCormick Place, el mayor centro de convenciones de Norteamérica, y  en el barrio de Pilsen donde hay una gran diversidad étnica.

   De hecho, llama la atención que Wyatt se haya adelantado a las “recomendaciones” de la Academia de Hollywood para premiar desde ahora un film, porque en su reparto cumple con todos los requisitos de diversidad racial. Aunque en papeles destacados figuren dos intérpretes solventes “blancos” como el veterano John Goodman (en un papel dramático muy alejado de aquellos  donde demuestra su gran vis cómica) y Vera Farmiga.

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Duración: 109'
Director: Ruper Wyatt
Reparto: John Goodman, Ashton Sanders, Jonathan Majors, Jason Rasone y Vera Farmiga
Género: Ciencia Ficción
Nacionalidad: Estados Unidos de América
Año: 2019
NACIÓN CAUTIVA
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