Quedan cuatro meses para que suenen clarines y timbales. La afición taurina ya descuenta los días en el calendario para que el coso del Paseo de Chicuelo II vuelva a disfrutar de la fiesta de los bravos y los valientes. A estas alturas del año, el empresario de la plaza conquense, Maximino Pérez, ya tiene definidas las líneas maestras y la estructura de la feria, que se desarrollará entre el sábado 20 y el martes 23 de agosto. Y es que el número de festejos es la primera novedad con respecto al año pasado. Según puede avanzar La Tribuna, el serial sanjulianero se compondrá de cuatro tardes: tres corridas de toros y una más de rejones.

De esta forma, la feria taurina de 2022 crecerá en un festejo si se compara con la de 2021, año del regreso de la Champions del toreo tras el parón obligado por la pandemia en 2020. Ahora bien, el ciclo todavía no recupera el quinto festejo que le ha caracterizado por línea general, pues salvo alguna contada excepción, las más de dos décadas de gestión de MaxiToro al frente de la plaza están fundamentadas en seriales de cinco tardes. Es más, hubo algunos años, como 2008 y 2016, en los que se llegó a ofrecer un sexto compromiso.

Otro apartado importante que ya tiene concretado el encargado de regir las riendas del coso de la ciudad es el elenco ganadero que lidiará en San Julián. Apartado en el que, por cierto, hay novedades reseñables. Para desembarcar en territorio conquense hay reseñada una corrida del hierro de Victoriano del Río, uno de los más prestigiosos del campo bravo y una de las vacadas predilectas de las principales figuras del escalafón. Como apunte considerable también se suma el anuncio de una ganadería torista como es Rehuelga. La divisa santacolomeña hará vibrar a más de un aficionado al toro. La nómina de hierros para las corridas a pie se completa con un encierro de José Vázquez, uno de los que más compromisos atesora en la Feria de San Julián. En lo que se refiere a la corrida de rejones, dos divisas del mismo propietario y de sobra conocidas en estas lides por la afición conquense: Pallarés y Benítez Cubero.

Cerrado el capítulo de las ganaderías, el empresario se afana ahora en abrochar los contratos de los toreros actuantes. La intención de Maximino Pérez es que Cuenca raye al nivel que suele acostumbrar y para ello es necesario asegurar la presencia de un nutrido número de figuras. El deseo es que estén todas las posibles, bien intercaladas entre ellas y con toreros jóvenes, emergentes y algún mediático. Las próximas semanas serán claves en las negociaciones.