Cuenca «dejará de invertir» 300.000 euros en las fiestas

Leo Cortijo
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El Ayuntamiento proyecta que una cantidad de esta partida se destine a la reconstrucción económica y social de la ciudad y otra a la programación de diferentes actividades y eventos de carácter lúdico y festivo

Cuenca «dejará de invertir» 300.000 euros en las fiestas - Foto: Reyes Martí­nez

En un ejercicio de «responsabilidad» y «sentido común», el Pleno del Ayuntamiento aprobaba la suspensión de las fiestas de San Julián y San Mateo. Así lo anunciaba el alcalde, Darío Dolz, reconociendo además que era una decisión «muy difícil» de tomar. A partir de ese momento, todo el trabajo puesto en marcha desde la Concejalía de Festejos pasaba a un segundo plano. O, mejor dicho, entraba en un estado de hibernación hasta el año que viene, cuando, como todo el mundo espera, se puedan llevar a cabo estas celebraciones sin ninguna limitación social o restricción sanitaria. Al menos ese es el deseo.

Pero hay que vivir en el presente. Y eso implica coger el toro de 2020 por los cuernos, que es una papeleta de las complicadas. Con la cancelación de ambas fiestas, el Consistorio «dejará de invertir» en torno a 300.000 euros, según explica a La Tribuna el concejal del área, Adrián Martínez. Grosso modo, la cuantía destinada a la programación de San Julián ronda los 200.000 euros, siendo la cabalgata y, especialmente, los conciertos (80.000 euros) las partidas más importantes. Por su parte, San Mateo supone alrededor de 100.000 euros, y los importes más destacados se destinan a las verbenas y a las vaquillas, que rondan la mitad del presupuesto.

Afirmar que el Ayuntamiento ahorrará esos 300.000 euros «no sería lo correcto», argumenta Martínez, ya que «lo más apropiado es que dejamos de invertir en Festejos, pero queremos que repercuta en la reconstrucción de la ciudad».

Esa restauración económica y social que se persigue con esa partida económica se produce en una «doble vertiente». Por un lado, de forma directa para atajar las consecuencias provocadas por el coronavirus a todos los niveles. En este sentido, el ejemplo más claro es la partida destinada a conciertos, que «ante la imposibilidad de celebrarlos», ya se ha destinado a tal fin. Y por otro lado, con la programación de actuaciones y actividades lúdico-festivas. En este momento, explica el concejal, «todavía no se ha determinado» qué cantidad se destinará a cada apartado, porque «en función del tipo de intervención tendrán un coste u otro».

En lo que respecta al segundo capítulo, Martínez hace mucho hincapié en que llevar a cabo esos actos no se debe entender como la celebración de la Feria y Fiestas, que ya están suspendidas como tal. Lo que sí considera es que «tenemos que desarrollar algún tipo de actividad lúdico-festiva para intentar paliar el impacto económico que supone la suspensión de estas fiestas y también con el propósito de distracción o divertimiento para la gente».

Las fiestas que vienen. Descartados los grandes eventos multitudinarios, como los conciertos de San Julián o las verbenas y la vaquilla de San Mateo, ¿cómo serán las fiestas de este año? El concejal de Festejos, aunque considera que «todavía es pronto» y no hay nada materializado, tiene algunas ideas claras. En lo que atañe a San Julián, será clave contar con la participación de los barrios, «fundamentales en esta festividad». Por eso se piensa en desarrollar actividades en diferentes zonas de la ciudad, eso sí, «acotando muy bien el evento en cuestión y los aforos». Lo que «todavía no se nos ha ocurrido por el momento, pero seguimos pensando», es una alternativa al ferial, que es «imposible» desarrollarlo tal y como se conocía hasta ahora.

En relación a San Mateo y tras mantener reuniones con maromeros y peñas mateas, la idea que ronda la cabeza de Martínez es que durante esos días se realicen «actividades culturales que nos permitan conocer los orígenes, la historia y la idiosincrasia de esta fiesta, contando además con los que forman parte de la misma». Conferencias, charlas y actos de esta naturaleza que además podrían ser televisados vía streaming aprovechando las nuevas tecnologías.

Con todo y pese a una notable adaptación a las circunstancias, la suspensión de las fiestas ha sido un «mazazo» para este concejal. «Si a alguien le ha costado tomar la decisión ha sido a mí, te lo puedo asegurar», señala muy tajante, y es que esto «ha cercenado desde la raíz toda la proyección que quería para las fiestas de este año».

«Se quedan cosas en el tintero, pero no se perderán»

«El año pasado, en muy poco tiempo y a contrarreloj, hicimos una planificación de San Julián y San Mateo que queríamos que fuera una muestra de la línea de trabajo hacia la recuperación, la mejora y el agrandamiento de nuestras fiestas», destaca el concejal de Festejos del Ayuntamiento, Adrián Martínez. Este año, prosigue, «tenía que haber seguido una línea continuista ampliando nuestra ambición». Pero, desgraciadamente, «la responsabilidad primaba y no podíamos exponer la salud de los ciudadanos ante esta pandemia». Así las cosas, tras la cancelación, el edil señala que «se quedan muchas cosas en el tintero», pero recuerda al instante que «no se perderán». 

Detrás de las frustradas fiestas hay muchos meses de preparación y trabajo, y supone «una gran pena» no poder plasmar esas ideas y proyectos. De hecho, Martínez destaca que entre otras novedades, tenía pensada una nueva distribución para el recinto ferial, planificar una cabalgata con una temática concreta, desarrollar nuevas actuaciones y barajaba la posibilidad de realizar los conciertos en espacios que facilitaran albergar a más público y que fueran más cómodos. 

Indistintamente, estas ideas «y otras nuevas» habrá que posponerlas al año que viene. El responsable del área de Festejos avisa: «No dejamos de pensar», y es que «la ciudad necesitará de unas grandes fiestas para distraerse, y nosotros tenemos que seguir buscando que sean inclusivas, para todos los públicos y con la representación de todos los ciudadanos de Cuenca».