Los artistas del espectáculo toman la palabra

Leo Cortijo
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Los profesionales del espectáculo valoran la repercusión que tiene la suspensión de las fiestas tanto en Cuenca como en la provincia

Virginia García - Foto: Reyes Martí­nez

Virginia García es bailarina, y además de su faceta como profesora en la academia Riá pi ta, una parte importante de su trabajo se fundamenta en las actuaciones que realiza con su grupo de baile en las fiestas de numerosos municipios de la provincia. Antes del estallido de la pandemia, ya tenía sobre la mesa una veintena de contrataciones. De éstas, solo una no ha confirmado la suspensión por el momento y tiene la intención de seguir adelante cumpliendo con la normativa vigente. Pragmática y optimista por naturaleza, Virginia apuesta de forma decidida por adaptarse a esta nueva situación, reinventarse y trabajar. Para artistas como ella, para los que la temporada primavera-verano resulta «fundamental», es un «varapalo» enorme la cancelación de las fiestas porque los ingresos «se quedan en cero y tú tienes que seguir afrontando gastos». Por eso entiende que hay que encontrar un punto intermedio entre las fiestas del año pasado y la suspensión total, ahondando en la adaptación a las circunstancias actuales, para lo que pueden ayudar las nuevas tecnologías.

Mago Albert
Mago Albert - Foto: Reyes Martí­nez

«Como a todos los profesionales del espectáculo, esto nos cayó como un jarro de agua fría». Así de duro se muestra por su parte el mago Albert, uno de los ilusionistas más importantes de la región, cuando analiza las repercusiones que tiene para el sector la suspensión de las fiestas. Antes de empezar marzo, tenía entre 50 y 60 fechas programadas y al final de año esperaba hacer en torno al centenar. De las ya firmadas, «al menos la mitad», se han suspendido «porque tenían que ver con fiestas inamovibles del calendario», como las Fallas de Valencia o la Feria del Libro de Cuenca. Albert espera que haya una parte de actuaciones, las referidas a eventos privados y festivales de magia, que sí puedan celebrarse posponiéndolas. De momento, «es lo que hay», y por eso «solo cabe esperar y desear que los ayuntamientos y los programadores culturales se echen para adelante y decidan hacer no lo que estaba concebido de inicio, pero sí con menos aforo». De hecho, este mago se prepara de cara a ese espectáculo de condiciones especiales: «Estoy preparando un show más dinámico y con más efectos visuales para que el público no tengan que subir al escenario o tocar nada». «Renovarse o morir», sentencia Albert.