Imagen y sonido

Leo Cortijo
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Desde bien niño siempre hubo dos cosas que le fascinaron, la música y todo lo que tiene que ver con el audiovisual. Hace diez años cumplió su «sueño» junto a su gran amigo Dorian y así materializaron DOJO Producciones.

Imagen y sonido - Foto: Reyes Martínez

José Luis tiene el corazón dividido. O unido, dependiendo de cómo se mire... Desde bien niño siempre hubo dos cosas que le encantaban. La música y todo lo que tiene que ver con el audiovisual. Siendo consecuente, enfocó su vida hacia ello. Y por eso cursó Telecomunicaciones en la Politécnica, consciente de que dos palabras estaban predestinadas a marcar su futuro profesional: imagen y sonido. Como para muchos, los comienzos fueron como becario, allá por 2007, y es que «¡ya ha llovido!», exclama entre risas. Sus primeras incursiones fueron en la televisión del Obispado y en un canal local de corto recorrido, 8 Televisión.

Allí hizo sus primeros pinitos como operador de cámara, aunque donde realmente dio el salto informativo –digámoslo así– fue en una web que se llamó El Corresponsal. En este espacio José Luis hizo las veces de periodista porque además de tomar fotografías realizaba entrevistas y cubría ruedas de prensa. Con franqueza y honestidad, reconoce que solo se «defendía», pues éste no era el trabajo para que el se había formado. «No estaba acorde», argumenta. Regresó a lo que le es propio y también trabajó en el extinto canal local CNC, entre otros proyectos regionales con delegación en Cuenca.

Pero había que dar un salto y volar solo. Comenzó a cumplir el «sueño» de su vida, tener una productora propia. Ahí entró en escena su inseparable compañero de fatigas, Dorian Sanz, y juntos formaron DOJO Producciones. Son la simbiosis perfecta y es que «formamos un buen equipo». Lo que mejor habla de este tándem de lujo es, sin duda, sus trabajos. Hace justo diez años pusieron en marcha la productora y desde entonces no han parado de crear auténticas maravillas. Desde los primeros pasos con la serie web Tántalus hasta uno de sus proyectos más «especiales», el corto La judía de Toledo. Todo tiene su sello distintivo y en todo ponen el mismo «cariño». Ya sea para grabar spot promocionales para cualquier empresa, vídeos institucionales para campañas turísticas, piezas informativas o videoclip musicales... Absolutamente de todo. Lo que sea. Nada se les resiste si se comunica a través de la imagen y el sonido.

Y de esto segundo, por otros derroteros bien distintos, también sabe y mucho José Luis. La música siempre ha sido su gran afición y es un maestro cuando se trata de afinar el oído, especialmente con las baquetas en la mano. Es batería en hasta tres grupos: uno de rock clásico, The Dirty Blues Band (también canta), y dos más de heavy metal, Cursed Angel (nacido en Motilla del Palancar) y La Dama Oscura. En este último, un mítico de la escena musical conquense con más de 20 años de trayectoria, golpea los parches desde hace tres lustros. La voz cantante –y solo eso nunca mejor dicho– queda para otra de sus bandas, Highway Companions, que el pasado mes de abril puso en circulación cinco temas propios que son canela en rama.

Entre cámaras, micrófonos, mesas de mezclas, tambores y platillos se encuentra siempre nuestro particular protagonista. Un gran tipo con un punzante, hilarante y llamativo sentido del humor. Quién sabe, igual por eso le va tan bien en lo profesional... porque pase lo que pase a José Luis siempre se lo coge con una sonrisa en la cara. Como debe ser... Es su actitud ante la vida y, como digo, no le va nada mal. ¿Y si lo tomamos como ejemplo?