Dale cuerda

Redacción
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Las vacas de Juan Vicente Mora vuelven a llenar de emoción y riesgo el Casco Antiguo tras dos años sin disfrutar de esta tradición

Dale cuerda

La protagonista indiscutible de San Mateo -con permiso de las peñas- apareció majestuosa el sábado por la tarde en la Plaza Mayor. Cientos de personas se congregaban en el recorrido -los más valientes- y otros tantos fuera del vallado -los menos valientes-. Había ganas ya de ver una vaca corriendo por el Casco Antiguo después de dos años en blanco por la maldita pandemia. Y el subidón de adrenalina volvió a aparecer después de que el alcalde, Darío Dolz, lanzase al cielo conquense el cohete que indicaba el inicio de la Vaca Enmaromada.

Tensión, riesgo, emoción... Fueron muchas las sensaciones que se volvieron a vivir el sábado. No faltaron los momentos de peligro, porque no hay que olvidar que los animales bravos siempre tienen peligro. Aunque los maromeros, siempre atentos y profesionales, intenten minimizar el riesgo de aquellos que se ponen delante para brindar arriesgadas carreras.

Como ocurrirá los días de fiesta restantes, las vacas llevaban el hierro de Juan Vicente Mora, quien ha reseñado en el campo los animales con mucho tiento y con mucho mimo porque 'jugar' en casa aporta un extra de ilusión, pero también de responsabilidad. Llamaron mucho la atención la capa -el pelaje- de alguna de las vacas, con ese cárdeno tan habitual del encaste Santa Coloma, uno de los más importantes de la cabaña brava española y singularmente querido por los aficionados al toro. Quienes no hayan podido disfrutar de las primeras jornadas de vacas en la calle, que no se olvide que aún le quedan oportunidades.