"Más feliz no puedo encontrarme ahora mismo". Miguel Ángel Valero, concejal de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, está radiante y no es para menos solo unos minutos después de conocer el fallo del jurado que, por unanimidad, ha elegido a Cuenca como Capital Española de la Gastronomía 2023. El edil y uno de los mayores impulsores del proyecto, lo tiene claro: "El trabajo denodado y tenaz y la implicación social han obtenido sus frutos".

Aunque la gastronomía conquense partía con cierta "desventaja" al no tener platos con la "proyección internacional" de la que gozan, por ejemplo, el marisco de Pontevedra o el cachopo de Oviedo, "hemos demostrado que somos una ciudad entusiasta y merecedora del título" y por esa razón "hay que dar las gracias a todos los que han trabajado y participado para lograr una noticia tan importante".

Valero ensalza los beneficios que puede traer a Cuenca una designación como ésta, y es que "si ya somos ciudad Patrimonio de la Humanidad por tres patas: cultura, naturaleza y patrimonio histórico y arquitectónico, ahora hemos sumado a esta particular mesa una cuarta que nos da estabilidad, la gastronomía". Razón suficiente para defender que "nos consolidamos como un destino turístico de interior abrumador con otra oferta más".

A partir de ahora, "ilusión y responsabilidad", centrados en la ingente relación de actividades, actos y eventos que se desarrollaban en el dossier de la candidatura y que habrá que poner en marcha. "A partir del 1 de enero encendemos los fogones y nos ponemos a tope a funcionar", remata Valero en declaraciones a La Tribuna.