Llenar el tanque de gasolina del coche sale un poquito más barato desde hace un mes medio. El 1 de abril entró en vigor la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante con la que el Gobierno pretende aliviar el terrible mazazo en la cartera que suponía llenar el depósito durante los últimos meses, especialmente desde que el precio del crudo se disparase tras la invasión de Ucrania. Una vertiginosa, sinuosa y peligrosa curva ascendente que pocos bolsillos podían asumir. La solución del Ejecutivo capitaneado por Pedro Sánchez generó un sinfín de opiniones y no poca controversia. Una de las patas de la mesa más afectadas por el acuerdo son los propios gasolineros, para los que este mes y medio de andadura tras la publicación del real decreto ha sido una «locura».
Así se expresa el presidente de la asociación provincial de empresarios de estaciones de servicio, Miguel Celdrán, que explica que la subvención que el Gobierno ofrece a los clientes y que ellos adelantan, llega «al límite». Así, por ejemplo, todas las bonificaciones que aplicaron durante el mes de abril les han sido devueltas hace muy pocos días. Eso genera que muchas gasolineras se vean con el agua al cuello, pues no pueden asumir el adelanto de una cantidad de dinero tan importante. A pesar de todo, todavía no hay estaciones de servicio cerradas por ello, pero sí las hay que sufren «tensiones de tesorería» y algunas están «superadas» por la situación. «Muchos empresarios me decían que o recibían ya el dinero o no llegaban», remata en este sentido.
Celdrán subraya que la subida generalizada del precio de los combustibles pone «contra las cuerdas» a muchos gasolineros, ya que «aumenta nuestro riesgo, trabajamos con el mismo margen y pagamos más intereses por la financiación». En definitiva, «estamos en una posición muy difícil», recalca para hacer ver que ellos son una 'víctima' más del complejo contexto económico que se ha dibujado desde la contienda entre Rusia y Ucrania. «Vamos salvando la situación, pero es de total improvisación», comenta al tiempo que pone sobre la mesa la infinidad de «problemas» que ha generado la norma, empezando con el adecuamiento de los sistemas informáticos de la Administración y de las propias estaciones de servicio y terminando con la interpretación del decreto, que generó controversia de inicio. «Sobrevivimos, pero esto está siendo una locura», finaliza en este capítulo.
Así todo, el máximo responsable del sector en la provincia –que agrupa a una treintena de empresarios–, defiende que ésta «no ha sido la solución adecuada», y que el 'remedio' podría haberse tramitado directamente con las petroleras para ser mucho más rápido o con una reducción del IVA, sin ir más lejos. En su opinión, todas estas piedras en el camino vienen derivadas de una «falta de consideración» hacia el sector, pues «como no se nos ha escuchado y no se ha tenido en cuenta nuestra idiosincrasia, nos estamos encontrado problema tras problema». Por eso no es de extrañar que hable de «improvisación» y de «verse superado» a la hora de juzgar el papel del Gobierno nacional; no así del regional, pues en la medida de sus posibilidades les agradece su «celeridad y esfuerzo» cuando de ellos ha dependiendo la tramitación.
«Es totalmente falso que hayamos subido los precios». Los usuarios han denunciado que algunas gasolineras incrementaron deliberadamente sus tarifas tras el anuncio de la bonificación de 20 céntimos por litro por parte del Gobierno. Un extremo que el presidente de la asociación provincial de empresarios de estaciones de servicio, Miguel Celdrán, niega tajantemente: «Eso es totalmente falso». Además de que el Ejecutivo central «dejó muy claro» que si alguien hacía eso iba a ser sancionado, Celdrán señala que las estaciones de servicio son «las que menos podemos mandar» en el precio porque «nos viene dado». Así todo, reconoce que el precio está subiendo «como está subiendo todo por el contexto económico, pero no tiene nada que ver» con que los empresarios de las gasolineras hayan aumentado sus márgenes. Eso es una «falacia», remata, y además «está demostrado».