Cruz Roja Cuenca ocupa un lugar imprescindible en la sociedad debido a su buen hacer, solidaridad y un ejercicio encomiable día tras día a favor de miles de desfavorecidos. Esta organización humanitaria tiende la mano y abre sus puertas a los conquenses que necesitan ayuda en diferentes ámbitos de la vida. Y es que Cruz Roja Cuenca, que festejó ayer su día internacional, ha ido evolucionando a lo largo de su historia en base a las necesidades de la sociedad y con el ánimo de dar respuesta a las peticiones reales de la población más vulnerable. Si bien, los principios fundamentales de esta institución humanitaria siguen siendo los mismos. Humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad e universalidad son sólo algunos de ellos. Al frente de la presidencia de Cruz Roja Cuenca se encuentra Pedro Roca, que lleva en este cargo siete años, pero en la institución son ya más de cuadro décadas.

¿En qué situación se encuentra actualmente Cruz Roja Cuenca? 

Creo que somos una institución perfectamente integrada en la sociedad conquense que cuenta con muchos años de experiencia. Hemos ido ampliando nuestro campo de acción con el paso del tiempo. En un principio, se entendía Cruz Roja como una organización dedicada al socorro en carreteras. Era una época donde muchos chicos hacían sus servicios militares y, a través de las ambulancias que disponíamos, asistíamos a las personas. A medida que aparecieron nuevos medios y potencialidades, Cruz Roja fue abandonando ese sector y se integró en materia de salud, sociedad y laboral, entre muchos otros ámbitos. Hemos ampliado el campo de actuación y lo hemos hecho con una implicación importante en el territorio conquense. Teniendo en cuenta que tenemos constituidas ocho sedes (Cuenca, Tarancón, Huete, Las Pedroñeras, Motilla del Palancar, Minglanilla, Iniesta y Mira) a lo largo de la provincia, cubrimos todas las necesidades que van surgiendo en el día a día. Actualmente ejercemos un papel muy importante en la sociedad conquense y prestamos ayuda un gran número de personas que saben que pueden contar con nuestra organización. 

¿Qué papel ha jugado esta institución en la acogida de refugiados procedentes de Ucrania? 

Cruz Roja tiene ya una larga experiencia en la acogida de refugiados. La situación en Ucrania nos ha sorprendido a todos por su rapidez y violencia. En nuestra provincia hemos recibido a un total de 73 personas. A todas ellas, se les buscó un alojamiento temporal. De ese total, 10 personas han pasado a recurso de acogida temporal, nueve han regresado a Ucrania y otras 10 han abandonado el recurso por diferentes causas. Es por ello que, en estos momentos, Cruz Roja Cuenca atiende a 50 personas, suministrándoles alojamiento, alimentación, medicamentos, ropa o ayuda jurídica para que puedan complementar la documentación lo antes posible. Incluso para los niños hemos creado una ludoteca. En ella, pueden entretenerse y pasar su tiempo libre. Desde la invasión, nuestra organización ha atendido en nuestra provincia a 223 ucranianos. Una labor que no hubiera sido posible sin las 59 personas voluntarias movilizadas por Cruz Roja en la provincia y que participan en tareas de logística, traducción, cobertura de las necesidades básicas, información jurídica, atención a la infancia o impartir de clases de español, entre otras. 

Cruz Roja no existiría si no fuera por sus voluntarios. ¿Cuál es el perfil actual de estas personas? 

El voluntariado es amplio porque tenemos mucha demanda. Sin embargo, tenemos que reconocer que Cuenca es una provincia muy extensa y pequeña de recursos. Pero a raíz de la pandemia tuvimos un incremento de voluntarios y, sobre todo, más jóvenes de los que ya teníamos hasta entonces. Los estudiantes universitarios han respondido muy bien. Ahora mismo hay diferentes perfiles de voluntarios y con edades variadas. Pero el perfil sobre todo está cubierto por mujeres que responden con mayor rapidez a estas demandas. En términos globales tenemos una franja joven de voluntarios que nos hace mirar con optimismo de cara al futuro de Cruz Roja. No me cabe de duda que estaremos siempre ahí para cualquier cosa.

Actualmente, ¿a cuántas personas prestan ayuda en la provincia?

Las actuaciones que llevamos a cabo son diversas. Hay gente que la atendemos de primera acogida o por medio auxilio de alimentos. Desde Cruz Roja prestamos ayuda en diferentes ámbitos como en formación o en pobreza energética, entre otras. Y es que abrimos las puertas a cualquier persona que tenga un problema. Sólo el año pasado, Cruz Roja llegó en la provincia a 12.000 personas gracias a 41.313 intervenciones y esa es una cifra muy importante para nosotros. 

El ámbito de actuación llegó hasta La Palma tras la erupción del volcán Cumbre Vieja. ¿Cómo prestan ayuda fuera de la provincia?

Cruz Roja Cuenca aportó dos psicólogas voluntarias para viajar hasta La Palma tras la erupción del volcán. Hizo falta apoyo psicólogo porque, evidentemente, aquellas personas que vivían allí se quedaron deshechas porque veían como sus casas desaparecían. De Cuenca fueron dos personas de refuerzo que trataron de dar un apoyo psicológico a miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, enfermeros o médicos, entre otros. La verdad es que las dos voluntarias conquenses desarrollaron una labor estupenda y llevaron a cabo un esfuerzo excepcional. También estuvimos en Torrejón de Ardoz con la llegada de refugiados afganos, ya que gente de Cuenca se desplazó hasta allí para trabajar especialmente con los niños. 

Uno de los pilares del funcionamiento de Cruz Roja es el círculo de colaboraciones que tiene con otras entidades. ¿Cómo se trabajan estas alianzas? 

Cruz Roja siempre ha estado abierta a colaborar. He intentado mantener siempre un contacto con todos aquellos que se dedican a ayudar de la misma forma que nosotros. Por ejemplo, tenemos contacto con Cáritas o Fundación San Vicente, así como con asociaciones que atienden a distintas enfermedades que, por desgracia, nos afectan, como el párkinson o la Esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Cruz Roja pone sus medios a disposición. Eso sí, para mí es importante ayudar, pero no podemos duplicarnos. Intento ponerme en contacto con otras organizaciones para que si alguien pide ayuda en Cruz Roja no vaya con esa misma petición a otra organización. Debemos evitar que estemos duplicando a una persona y otra se quede sin nada. Los recursos son limitados. Es importante evitar siempre eso en la medida de la posible. Es por eso que la coordinación entre nosotros es muy importante. Como no podía ser de otra forma mantenemos contacto estrecho con las instituciones públicas y con entidades privadas que nos ayudan mucho para que podamos realizar nuestro trabajo. Las alianzas son claves para nuestro desarrollo. 

Esta organización ayuda además a las personas a encontrar empleo. ¿Cómo se lleva a cabo? 

Trabajamos con el programa Alianzas. Los técnicos de empleo de Cruz Roja, que son muy buenos, contactan con empresas de la provincia para detectar las necesidades que demandan el mercado. De esta manera, vamos ajustando la formación específica a esa demanda. Por ejemplo, una empresa de hostelería de la capital ha optado porque Cruz Roja forme a camareros y jefes de sala para sus diversos restaurantes con una formación específica. La parte teórica corre a cargo de Cruz Roja y la parte de prácticas corresponde al hostelero. La verdad es que me siento muy orgulloso porque tenemos un ratio de inserción por encima del 50 por ciento. A veces con sectores muy delicados. Hemos acogido gente con bastantes problemas, pero creo que cuando llegan aquí, se informan, logramos darles una formación concreta y se marchan formados. La organización ha conseguido establecer 420 alianzas para la mejora de la empleabilidad y la inserción laboral de las personas en dificultad social con 218 empresas. 

En los últimos meses se ha registrado un incremento del IPC (Índice de precios al consumidor) y un aumento del consumo energético. ¿Estos aspectos hacen que lleguen más personas solicitando ayuda? 

Observamos que ha habido una mayor demanda de ayuda desde la pandemia. Pero también con el tema de la energía, ya que está siendo un problema. Ademas, ha variado el perfil. Antes atendíamos a personas mayores, que seguimos haciéndolo, pero ahora también a jóvenes. Para ayudar también hemos impartido cursos de un mejor uso energético por ejemplo. Muchas personas creemos que no hace falta recibir una información específica, porque creemos que es sencilla o ya la sabemos, pero siempre viene muy bien. Es como cuando se recomienda actuaciones durante las olas de calor y de frío. Es por ello que hemos explicado cuándo hacer la comida o cómo usar los dispositivos y aparatos electrónicos. Cruz Roja está apoyando a 40 familias de la provincia a mejorar su eficiencia energética y a reducir las emisiones de sus hogares alrededor de los 215 kilogramos de CO2 anuales. Con el total de la intervención realizada en 2021 en la provincia se ha logrado reducir en 11 toneladas, lo que supone una disminución del 24%. 

La institución lleva a cabo acciones para recaudar fondos propios. ¿Cómo está funcionando el Sorteo del Oro de Cruz Roja Cuenca? 

El Sorteo del Oro es ya un clásico dentro de nuestra institución. Es una fuente de financiación. Necesitamos tener fondos propios y mantener nuestras instalaciones, equipos y recursos. Además, tenemos que comprar uniformes y tener asegurados a todos los voluntarios cuando realizan cualquier actividad. Esas necesidades se cubren con las cuotas de los socios que podemos aplicarla libremente y con iniciativas como la del Sorteo del Oro. Tengo que decir que se venden bastantes boletos y la gente colabora en la medida de lo posible. Es muy importante este sorteo como tantos otros que hemos hecho en colaboración con la Lotería Nacional. La gente está respondiendo muy bien. Cabe destacar que existen luego muchas donaciones por parte de instituciones privadas y empresas que nos permiten realizar nuestro trabajo y de las que estamos inmensamente agradecidos.

Por último, ¿los conquenses responden a la llamada de Cruz Roja?

La implicación de los conquenes es siempre excepcional. Cuando Cruz Roja ha demandado cualquier tipo de ayuda en cualquier iniciativa siempre ha respondido. Es cierto que la sociedad conquense está muy envejecida y los empleos no son por desgracia muy boyantes. A nivel económicos nos movemos en unos ámbitos más inferiores respecto a otras provincias. Y lo mismo ocurre con el número de habitantes. No cabe duda de que tenemos una provincia difícil. Pero eso sí, la población conquense responde muy bien. C