"Los pueblos te hacen dejar atrás las cosas artificiales"

Maricruz Sánchez (SPC)
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Embajador de Ferrero Rocher en la campaña 'Juntos brillamos más', el comunicador confiesa que las Navidades pasadas fueron «durísimas y muy solitarias». Por eso, este año anima a recuperar la ilusión y las tradiciones de siempre

"Los pueblos te hacen dejar atrás las cosas artificiales" - Foto: GREGORIO

A sus 56 años, Jesús Vázquez es uno de los rostros más famosos y queridos de la televisión. Una posición de privilegio, ganada a pulso tras tres décadas de carrera, que le ha llevado a presentar por octava vez consecutiva la campaña Juntos brillamos más, de Ferrero Rocher. Gracias a ella, el gallego ha recorrido España y retomado el contacto con sus gentes, algo que para él es «esencial».

Después de que 2020 fuera el año de las restricciones por la pandemia, Ferrero Rocher vuelve a recuperar las tradiciones navideñas y a elegir a los cuatro pueblos que competirán para brillar más que nunca en un encendido que ya es tradición en las fiestas. Beas (Huelva), Briviesca (Burgos), Las Navas del Marqués (Ávila) y Peñíscola (Castellón) son los seleccionados por su vínculo con la Navidad. El ganador se conocerá el próximo 11 de diciembre en Sábado Deluxe y sus luces se encenderán el día 18, momento que será retransmitido por Telecinco en Sábado Deluxe.

¿Qué hace de esta iniciativa algo especial para el público y para usted?

Esta edición era la primera vez que acudía personalmente a conocer de cerca los municipios aspirantes al premio y lo hice encantado, porque el equipo de grabación de la campaña me había contado que era una gran experiencia cómo te recibían en los pueblos. Era cierto, ha sido un trabajo precioso que ha merecido la pena, a pesar de los muchos kilómetros recorridos.

Eso es, precisamente, lo que tiene de especial esta iniciativa frente a tantas otras que hay en la televisión. Que la acción trasciende su origen publicitario para ir más allá y acercarse a las personas y los lugares, para hacerse eco de su ilusión y sus historias. Los vecinos se vuelcan, se unen y trabajan juntos por un bien común: convertirse en el pueblo ganador. Y eso es muy bonito, ver el lado solidario y comprometido de las personas con sus orígenes, el orgullo de pertenecer a una comunidad.

Ese tipo de cosas son las que, a veces, por culpa de la vida loca y frenética en la que estamos inmersos en las grandes ciudades en las que cada uno va a lo suyo y no conoce ni a sus vecinos, se nos escapan. A mi personalmente me ha emocionado hasta las lágrimas en algunas ocasiones poder recuperar esas sensaciones, de la mano de gente que las Navidades pasadas no pudo reunirse con sus seres queridos por culpa de la pandemia y que, como yo, pasamos las fiestas solos, en mi caso con mi marido viendo a la familia a través de una pantalla.

Este año el tema central de la campaña es El Reencuentro'¿Qué encierra este lema?

Es la manera de decir que este 2021 vuelve a brillar la Navidad. El eslogan del concurso en Juntos brillamos más y este año hemos buscado en cada pueblo tradiciones que vienen del pasado propias de estas fechas y que en 2020 no pudieron seguir recuperándose por culpa del coronavirus. El COVID no permitió hacer nada hace un año, ni siquiera reunirte en casa con la familia. Y por eso, estas fiestas es tan importante recobrar la alegría 

¿Qué es para usted la Navidad?

Los últimos años antes de la pandemia confieso que estaba un poco desencantado con estas fechas. Por un lado, me gusta decorar la casa y preparar mesas muy llamativas para los encuentros con la familia y amigos. Pero, por otro, son épocas que te traen a la cabeza pensamientos de nostalgia por los que ya no están. 

Los niños dan mucha alegría, pero a nosotros en casa no nos quedan. Además, me acuerdo mucho de mi madre, que sigo echándola de menos, y eso me había predispuesto negativamente hacia la Navidad. Tuvo que venir la pandemia para esperar su llegada con más ilusión que nunca. Ahora estoy deseando juntarme con la familia de mi marido Roberto, que viene a Madrid de Extremadura; mi padre, su mujer y la hija que tienen en común, mi hermanita de 20 años; y comernos una mariscada como buenos gallegos. 

¿Puede compartir un recuerdo de infancia que tenga de estas fiestas?

De niño me hacía mucha ilusión montar el Belén. Mi padre tenía un equipo de música muy chulo y nos ponía discos con villancicos. Nos juntábamos con mis abuelos, en Galicia, para celebrar todos unidos.

Los pueblos son los protagonistas de la campaña ¿Fue un niño que pasó temporadas en el suyo?

Yo nací en una ciudad pequeña, Ferrol, y no tuve pueblo por así decirlo. Hasta que conocí a mi marido, que es de uno pequeñito de menos de 1.000 habitantes, en plena Sierra de Gata. Con él voy mucho y somos uno más para su familia y sus habitantes, que nos tratan estupendamente. 

Ahora si puedo decir que vivo esa sensación de volver al pueblo, de poder disfrutar de la espontaneidad de su gente, su sencillez, de que te digan las cosas a la cara y de manera directa, no con rodeos y falsas adulaciones como pasa muchas veces en Madrid. Me encanta estar allí con mis suegros y sus amigos, tomando un sencillo vaso de vino hecho por ellos mismos. Me río muchísimo.

Para mí es como dejar esa parte artificial de mi vida (los focos, los platós...) para volver a conectar con la tierra y la realidad. Para hacer cosas como ir al huerto y coger tomates y patatas con mis manos, poder sentir el olor de las cosas de verdad.

Un deseo para el año nuevo...

Que dejemos estos casi dos años de infierno pandémico para recuperar poco a poco la vida tal y como eran antes. Y, en esa línea, que intentemos que la pandemia nos ayude a reflexionar sobre hacia dónde estamos llevando este mundo. 

No entiendo por qué la gente está obsesionada con viajar a Marte , si allí no se puede subsistir. Yo lo que quiero es vivir en la Tierra, en el maravilloso planeta que tenemos. Vamos a cuidar un poco esta joya, ese milagro gigante en el que habitamos y que nos estamos cargando. 

¿Le veremos esta Nochevieja retransmitiendo las campanadas?

No tengo ninguna información al respecto. Conduje las campanadas el último año antes del COVID, el 31 de diciembre de 2019, junto a Paz Padilla desde Guadalupe y me encantó la experiencia. Pero hay que reconocer que llevar a cabo ese encargo tiene mucho trabajo detrás, y este 2021 prefiero estar con los míos.