Una empresa de Carrascosa del Campo elaborará cereales y productos derivados para desayuno

J. López
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La nueva fábrica, que creará 10 puestos de trabajo directos y 10 indirectos, tiene prevista una producción diaria de 200 toneladas que se distribuirán en el mercado a finales de año

Una empresa afincada en Carrascosa del Campo comenzará a fabricar y distribuir cereales para desayuno y harinas refinadas y especiales antes de que finalice el año. Noalles y Balanza, situada junto a la autovía A-40, ya ha finalizado las obras de construcción de la nueva fábrica que elaborará el producto. En la actualidad, la maquinaria está en periodo de pruebas, según desveló el empresario Manuel Noalles.  
La nueva fábrica elaborara productos a partir de avena, cebada, espelta, centeno y trigo, destinados al consumo humano. Así lo confirmó Noalles, quien desveló que ya se mantienen conversaciones  con varias cadenas alimentarias para surtir de los productos desarrollados.
En principio, la producción de la fábrica está fijada en unas 200 toneladas diarias, pero la intención es aumentarla. 
 
Puestos de trabajo. La nueva fábrica de Carrascosa del Campo creará 10 puestos de trabajo directos y, además, se crearán indirectamente otros 10 puestos, aunque la expectativa es incrementar en el futuro la plantilla. «Si nos van bien las cosas, la idea es estar preparados para futuras ampliaciones», manifestó el empresario, que añadió que los empleados contratados proceden de Carrascosa y su comarca, Cuenca y Tarancón
En la nueva fábrica se elaborarán copos de diferentes productos que se utilizan para panadería y que posteriormente se destinan para hacer barritas energéticas, tortas de cereales integrales, salvados  para productos dietéticos, mueslis, copos para cocina, o los destinados para el desayuno.  «No vamos a fabricar harina para hacer básicamente pan. Más bien se elaboraran harinas muy especiales para fabricar productos muy especiales».
Noalles explicó que, aunque procede de Valencia,  lleva desde hace 30 años viviendo y trabajando en el sector del cereal. «No es que haya venido ahora a montar esto. Es una línea más ya que nosotros nos dedicamos a descascarar cereales». En este punto, explicó que a los cereales «se le aplican unos tratamientos de vapor para que sean aptos y digestibles para el consumo humano». 
Noalles señaló que la fabricación de productos derivados del cereal para el consumo humano  no es una actividad común en el país. Es decir, «hasta la fecha venía del extranjero. Somos los últimos en llegar y es complicado quitarle el mercado a todas estas empresas que se abastecen habitualmente del exterior». 
Por esta razón, el empresario señaló que el producto que se fabrique en Cuenca y se introduzca en el mercado «debe ser poco a poco, de excelente calidad y de buen precio». Algo que avalará la entrada en el mercado de este producto conquense, según indicó Noalles, es que «probablemente» la nueva fábrica «es muy grande y una de las mayores de Europa, en cuanto a tamaño y producción de este sector».
El empresario subrayó igualmente la estrecha relación con el Ayuntamiento de la localidad, que dirige Ana María García Plaza. «Nos ha ayudado en lo posible para que la fábrica se ubique aquí y cree los puestos de trabajo», y recordó que la empresa ya estaba radicada desde hace tiempo en la localidad, pero «está es una ampliación y una línea más de lo que estábamos haciendo ya».
Además, la proximidad con la autovía permitirá la distribución del producto hacía el centro de la península y al litoral.
 
Salidas para el cereal de la provincia. Una de las aplicaciones y salidas para el cereal de la provincia, en uno de los cultivos más extensos que se siembran en los campos conquenses, es la transformación para consumo humano. Así lo confirmó el empresario de Carrascosa del Campo, que indicó que «es una manera de darle otro tipo de salida. Ten en cuenta que una de las zonas de España donde más fábricas de harinas existían era Cuenca y hoy en día es donde menos quedan».
Noalles explicó que en sí, «esto es lo más parecido a una fábrica de harinas, pero con nuevas tecnologías para hacer nuevos productos».
En un año en el que la climatología ha causado estragos en los cultivos de cereal, el empresario confirmó que primará la calidad de la materia. «Si no encontramos una calidad lo suficientemente buena para estos productos, que son mucho más exigentes en cuanto a calidad, tendremos que salir a buscar fuera. Pero si es buena, no tenemos porqué comprar fuera de Cuenca». En ese sentido, resaltó la calidad del cereal conquense, aunque bien es cierto que «no depende del agricultor conquense ni de mí, sino de la climatología. Cuenca es una zona de secano que está a merced del tiempo».