45 minutos para defender una idea fundamental: si se ha logrado todo lo que se ha logrado en un mandato marcado por los infaustos avatares del destino, «¿qué no se habría conseguido en una legislatura normal?». Ese fue el tiempo y el cimiento fundamental en el que Darío Dolz construyó su postulado para pedir a los ciudadanos cuatro años más al frente del Ayuntamiento. Y es que el debate del estado de la ciudad estuvo irremediablemente marcado por la cita electoral que asoma en el horizonte. La incógnita que los diferentes grupos intentaron despejar era ver en qué punto se encuentra el enfermo –véase Cuenca– a menos de un año de las urnas. Unos creen que está a punto de morirse, otros que sigue con vida pero en la UCI, y el resto que ya ha pasado a planta y que su estado mejora. ¿Algún médico en la sala?

El alcalde puso sobre la mesa lo conseguido y lo que todavía está por conseguir. Eso, de hecho, fue uno de los apartados que más le recriminó la oposición, y es que a su juicio todo son «promesas» y «hechos por cumplir». El máximo responsable de la institución local se escudó en la grave incidencia de la pandemia, lo que cercenó la tendencia creciente al tener que destinar recursos en diferentes frentes. El coronavirus «no es una excusa, pero sí un condicionante como lo ha sido para todo el mundo», remató.

A pesar de todo, «llegamos a la recta final con mejores datos de empleo y empresas, habiendo asentado las bases de grandes proyectos y desbloqueando situaciones enquistadas durante años, reduciendo la deuda 17 millones y en posición de liquidar el Plan de Ajuste y con 23 millones para inversiones». De hecho, Dolz puso sobre la mesa una cifra que levantó muchas suspicacias durante el debate. Afirmó que en estos tres años ha cumplido un 69 por ciento de su programa electoral.

Área a área, Fue repasando algunas de las cifras que, a su juicio, hablan de la buena gestión al frente del Consistorio. En clave económica, un 20,4 por ciento menos de parados que al inicio de la legislatura, además de un centenar de nuevas empresas que han generado 420 puestos trabajo, con especial incidencia del ámbito tecnológico. Unido a este capítulo, destacó el impulso al sector del turismo, con dos campañas promocionales propias, que ya ha recuperado números prepandémicos e incluso las previsiones hablan de superarlos este año, con «un 240 por ciento más de demanda» en la recta inicial de 2022. Aunque en este apartado «el gran hito» ha sido la consecución del Plan de Sostenibilidad Turística.

En materia de Urbanismo, el alcalde recalcó el nuevo Plan de Ordenación Municipal, un anhelo de anteriores legislaturas y que en breve se expondrá al público para seguir los cauces que desemboquen en su aprobación. No se olvidó de la regeneración urbana –«es de lo que más orgulloso me siento», dijo– en los barrios de La Paz y Cerro de la Horca. Además, apuntó que el compromiso es llevar a cabo nuevas actuaciones en otros enclaves también muy afectados como Tiradores, Casablanca o Fuente del Oro. 

De hecho, alabó los planes de mantenimiento urbano, con renovaciones y mejoras en calles, alumbrado, mobiliario o áreas infantiles. Salieron a colación los 'agujeros' que han marcado también los últimos meses, algo que la oposición le recriminó en exceso y él justificó con la «falta total de mantenimiento» durante varias legislaturas. Unos 'agujeros', por cierto, cuya reparación va a suponer un desembolso superior a los 2,2 millones. Ese mantenimiento está muy relacionado también con las instalaciones deportivas, en las que Dolz avanzó actuaciones por valor de un millón. Asimismo, dijo que «pronto podremos anunciar un macroevento deportivo». Será antes de que termine el año y «de la mano del Consejo Superior de Deportes». 

De la misma forma, marcó una línea de acción futura con algunos de los proyectos 'estrella' que debían dar lustre a esta legislatura, como los remontes al Casco Antiguo, el centro de convenciones o el nuevo hospital. Sí subrayó apartados ya materializados como la llegada del Centro de Estudios Penitenciarios, la Escuela Superior de Arte Dramático o el grado de Ingeniería Biomédica. En cuanto a movilidad, destacó la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones en el centro, que supondrá la peatonalización de algunas calles o la mejora, por otro lado, de los paseos fluviales. Sin olvidar, claro está, el Plan XCuenca, «una oportunidad para integrar los terrenos de Renfe, mejorar los servicios de alta velocidad y comunicar Cuenca con los pueblos de su entorno».

Para el alcalde también ha sido muy positivo el impulso dado a los presupuestos participativos, a la generación de nuevos espacios culturales como la iglesia de Santa Cruz, el Alfar de Pedro Mercedes o la Casa del Corregidor, además de potenciar eventos como la SMR o la Feria del Libro. Asimismo, ésta es ahora una ciudad «más verde», gracias al aprovechamiento de los recursos forestales, el desarrollo del Urban Forest Innovation Lab, la nueva red de calor de biomasa o la instalación de placas solares en edificios públicos.

«Teniendo en cuenta la pandemia y la situación económica del Ayuntamiento, con un Plan de Ajuste que no nos permite aumentar la plantilla o bajar los impuestos, por ejemplo», Dolz abrochó su intervención utilizando el símil de ese enfermo al que «ya le han quitado el respirador y lo han pasado de la UCI a planta».

Oposición. Y es que la analogía entre Cuenca y el enfermo dio para mucho. Al pelo le vino a Isidoro Gómez Cavero, galeno de profesión. La intervención de su grupo la basó de cabo a rabo utilizando precisamente esa metáfora. Este debate, que él entiende como un «chequeo médico anual con un carácter preventivo», no es eficaz porque el equipo que le atiende (los grupos políticos) son «incapaces de reconocer el diagnóstico». Y eso que el enfermo (Cuenca) está grave «porque eso se nota con solo verle la cara». Además, hay parte de los médicos que le atienden que están «deseando» que el director del equipo (Dolz) se equivoque para ascender a esa categoría. En definitiva, «lo que menos importa aquí es el paciente», remató un Gómez Cavero manifiestamente descontento con la política municipal y el funcionamiento del Ayuntamiento.

El PP, por su parte, puso en duda el cumplimiento del 69 por ciento del programa que apuntó Dolz. Más bien será, dijo José Ángel Gómez Buendía, el 6,9. Llegó a apuntar con sorna que el regidor podía haber tenido un sueño erótico. Al portavoz popular también le llamó la atención que durante el primer debate del estado de la ciudad el alcalde empleara en su ponencia una hora y cuarenta minutos y en éste solamente 45 minutos. Un alcalde, añadió, al que ya no se le conoce como el del «sí, sí, sí porque a todos dice que sí, sino como al del so, so so por los socavones». Asimismo, cuestionó su capacidad para hacer frente a los problemas, pues le acusó de hacer el Don Tancredo al permanecer inmóvil ante las adversidades. Habló de la «decepción» que pueden sentir los votantes del PSOE y CnU al comprobar que «la fórmula Cavero-Dolz ha sido un fiasco». Desde la bancada azul pidieron «humildad» a un equipo de Gobierno «falto de ideas y sin ningún proyecto estratégico para liderar la ciudad».

Cristina Fuentes fue muy vehemente durante su intervención. Acusó al regidor de «dibujar un cuadro imaginario» y de volver a aportar solo promesas: «Esto no parece un debate del estado de la ciudad... sino del futuro estado de la ciudad; esto no es para debatir el camino que queda por recorrer, sino el que ha recorrido». Habló de la «canallada» que supone el Plan XCuenca, las «oportunidades perdidas» o los socavones que hacen de la ciudad «una estación de metro natural». Un abandono generalizado en boca de la portavoz naranja personalizado, por ejemplo, en la calle Colón, «que parece El Bronx» de Nueva York.

Cuenca, en Marcha! denunció la «visión complaciente» del estado de la ciudad por parte de Dolz, criticando además que la forma de maniobrar sea «intentar poner parches continuamente», circunstancia que ha quedado en evidencia con el arreglo de los socavones. María Ángeles García afirmó que el equipo de Gobierno «pide un mandato más para cumplir lo que no ha cumplido sin la garantía de que vaya a ser así», apoyándose en que «en este mandato usted ha tenido una mayoría superabsoluta para hacer y deshacer a su antojo». «Los vecinos lo que quieren son realidades y hechos cumplidos y no promesas», dijo antes de afirmar que aunque Dolz defienda que el enfermo ya está en planta, «la situación es muy parecida». Bajo su punto de vista, «hay un problema de gestión» y la confluencia, en lo que resta de mandato, seguirá trabajando para frenar «el conformismo y el 'ea' que se ha instalado en las instituciones».