El programa universitario del Campus Rural camina a buen ritmo y por eso la intención del Gobierno es pasar de los 400 participantes de este año a 1.000 en 2023. Así lo anunció el ministro de Universidades, Joan Subirats, durante la clausura de las jornadas en relación a esta oferta educativa que tuvieron lugar el jueves y el viernes en Cuenca y donde diferentes participantes del programa compartieron sus vivencias. Subirats, que participó de forma telemática a través de un vídeo emitido en el acto, se mostró «muy contento» por los resultados obtenidos en esta primera edición del campus rural y argumentó que los 400 estudiantes que han participado «demuestran en su implicación la significación que tiene».

«Estas jornadas de Cuenca son muy positivas porque por un lado constatan la significación de la experiencia, muy importante porque relaciona universidad y entorno social en espacios y sitios donde la relación se da con menos frecuencia, y porque recoge lo mejor que ha tenido la universidad en muchos casos de implicación con el entorno local», indicó el máximo responsable de Universidades e Investigación.

En la clausura de las jornadas también estuvo presente –aunque en este caso de manera presencial– la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. «Era bueno aprender esa experiencia en el mundo rural e integrarla en una formación en la que no solo los conocimientos teóricos importan», explicó, y es que se mostró segura de que ningún estudiante «volvió a su casa de la misma forma que salió». Todo ello porque los estudiantes han mostrado «una implicación real en la vida cotidiana de los pueblos donde han estado y es motivo de orgullo, porque es clave quebrar esa extraña sensación de pesimismo, de no futuro del mundo rural y poner en valor la creatividad de la historia de cada entorno», subrayó.

De cara a seguir mejorando con este programa, desde la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y los ministerios de Reto Demográfico y Universidades es «clave» –resaltó la ministra– «poder escuchar directamente a los chicos que han participado en esta ocasión».

Por último, Ribera puso de manifiesto hasta qué punto «esa capacidad de desarrollar una carrera profesional y echar raíces en municipios de pequeño tamaño es una experiencia enormemente gratificante e interesante», por lo que aseguró que su intención es seguir adelante con este campus rural «combinando esa vocación de aprendizaje con experiencia en el territorio».

Ayuda a pequeños pueblos. Preguntada por el aumento de financiación del programa de Desarrollo Urbano Sostenible para municipios de menos de 5.000 habitantes, Ribera sostuvo que ha sido uno de los programas «más exitosos» del Plan de Recuperación y que, por este motivo, ha pasado de los 75 millones de euros iniciales a 675 para cubrir el mayor número de propuestas de los ayuntamientos. La vicepresidenta tercera del Gobierno precisó que se han registrado solicitudes para más de 5.000 intervenciones diferentes, sobre todo en materia de cambio de alumbrado público y rehabilitación de edificios para buscar la eficiencia energética, y el ministerio que dirige ha estimado que se podrán financiar actuaciones en casi uno de cada cuatro municipios con menos de 5.000 habitantes de toda España.

«Ruido» con el agua. En otro orden de cosas, Ribera señaló que la enmienda del PP para acabar con la reducción de los trasvases del Tajo al Segura, tiene más que ver «con hacer ruido» que con aportar «soluciones de raíz». Es «muy difícil explicar que dónde no hay agua, se pretende que haya», reprochó la titular del Ministerio de Transición Ecológica.

Adiós al ATC. Teresa Ribera justificó la exclusión del proyecto del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas en el proyecto del plan de residuos radiactivos por el interés «masivo» en que haya almacenes individuales en las centrales que existen. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico argumentó que las cuestiones relativas al almacenamiento de residuos radioactivos «deben contar con todas las condiciones de seguridad y una complicidad y compromiso muy fuerte por parte de todas las administraciones afectadas y por parte de todos los vecinos».

En este sentido, recordó que el Ejecutivo ha sometido a información pública durante un período «muy extenso» tres propuestas a este respecto, una que hubiera un único ATC en algún emplazamiento concreto; otra que hubiera un almacén en cada una de las centrales en funcionamiento, lo que a su juicio permite «concentrar el esfuerzo en instalaciones ya preparadas para ello y en municipios acostumbrados a convivir con las condiciones de seguridad especiales»; y una tercera consistente en que hubiera dos o tres emplazamientos. Sin embargo, de forma «masiva» ha habido una «convergencia en favor del mantenimiento de los residuos radioactivos en cada uno de los emplazamientos que hoy existen».