El regreso del polemista

Diego Izco (SPC)
-

El controvertido delantero, cuando jugaba en el Brescia.

Pocos deportistas de élite han combinado con tanta naturalidad ambas personalidades, la del privilegiado con un don para el deporte que practican y la del majadero que se niega a abandonar su mentalidad de niño travieso y caprichoso por mucho que pasen los años. Mario Balotelli, genio y figura, vuelve a los titulares: Italia reclama sus servicios. 
La 'Azzurra' está ante dos partidos que separan el suelo firme de otro gran abismo tras su ausencia en Rusia'18. Deberá ganar dos partidos para ir Qatar: primero a Macedonia del Norte... y después, casi seguro, a Portugal. Lo hará sin Chiesa, que se rompió el ligamento cruzado de la rodilla derecha hace dos semanas. Así que, a grandes males, grandes y sorprendentes remedios. 'Supermario' será su sustituto. 

 

Valedor

Mancini, cuyo optimismo es infinito («¿Qué si estaremos en el Mundial? Creo que lo ganaremos», dijo), ha sido algo más que un entrenador para Balotelli. Ha ejercido de padre, de psicólogo y hasta de red de seguridad en los muchos descensos del delantero a los infiernos. Fue el técnico que le hizo debutar en la Serie A con 17 años, con el Inter de Milán, un 16 de diciembre de 2007. Fue el entrenador (ya en el Manchester City) que avaló la apuesta de 29,5 millones por parte del club inglés. Y fue el que estrenó su cargo de seleccionador en mayo de 2018 convocando a su atacante fetiche, que entonces jugaba en el Niza. Mancini debutó con victoria (1-0 sobre Arabia Saudí). Balotelli marcó el gol. La combinación Mario-Mancini se cuenta en 95 partidos y 37 tantos. 

 

Polémicas

El preparador de Ancona sigue confiando en sacar partido a uno de los futbolistas más controvertidos del fútbol moderno. «Podría escribir un libro de 200 páginas sobre Mario», decía Mourinho, que le entrenó en el Inter. En esas páginas incluiría el día en que, enfadado con 'Mou', empezó a tararear el himno del Milan, el eterno enemigo interista… 
Habría varios capítulos dedicados a las multas y la indisciplina: arrojó dardos a los juveniles del City (110.000 euros de castigo), las grúas de Mánchester se llevaron más de 30 veces su coche y fue multado a 150 kilómetros por hora por el centro de la ciudad, incendió su casa con fuegos artificiales mientras celebraba una fiesta, etcétera. Y todo esto solo durante las tres temporadas que jugó de 'sky blue', donde celebró un gol (harto de acaparar tanto protagonismo) mostrando la icónica camiseta con el texto «Why always me?» («¿Por qué siempre yo?»). 
Las redes sociales, donde ha aparecido apuntando a cámara con un rifle («Para quienes me odian»), han sido la cruz del futbolista, alcanzando su pico de polémica con una frase dedicada a Fanny Neguesha, una de sus muchas 'ex': «Como decía Pablo Escobar, el dinero no compra a las mujeres, pero enamora a las pu...». 

 

Redención

Este verano, cuando se especulaba con su desaparición tras tres temporadas intrascendentes en Marsella, Brescia y Monza, arriesgó con su penúltima maniobra inexplicable: fichó por el Adana Demirspor, un recién ascendido a la élite turca. Alejado de los focos y «muy centrado en el fútbol», como dice su actual entrenador, Vincenzo Montella, suma nueve goles en 21 partidos y actuaciones como el gran duelo ante el Besiktas (perdía 3-0, saltó al césped y el 3-3 final incluyó dos goles suyos). «Mario quiere a Italia y sueña con volver. Sería un gran premio para él», confesaba Montella hace unas semanas… y el sueño cobró cuerpo. Hasta la siguiente polémica. Hasta el siguiente gol. O ambas cosas a la vez. 

ARCHIVADO EN: Italia, Manchester City, Catar