«La literatura une, es como una tregua en la guerra»

Almudena Morales
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La periodista lleva al 'papel' la vida de Carmen de Icaza, una de las escritoras más leída en los años cuarenta. Una nueva novela en la que intenta "rescatar historias de mujeres que no es que estén olvidadas, es que parece que nunca existieron»

«La literatura une, es como una tregua en la guerra» - Foto: Javier Pozo

Cuenta Mari Pau Domínguez (Sabadell, 1963) que siempre dedica sus libros a personas concretas. Esta vez se ha saltado su propia regla y se lo dedica a 'todo aquello que se guarda en el desván de la memoria'. De ahí ha sacado la historia de una mujer perteneciente a la alta sociedad, una de las primeras mujeres periodistas que comenzó a trabajar tras la muerte de su padre y con la negativa de su madre y que fue una de las autoras más leídas en plena guerra civil. Ella fue quien le contó a su sobrina Carmen Díez de Rivera, hija de su hermana Sonsoles y de Ramón Serrano Suñer, quien era su verdadero padre. En 362 páginas, Domínguez te atrapa con  la «apasionada» vida de Carmen de Icaza, una mujer adelantada a su tiempo.

El primer capitulo del libro se titula: Ensayar el futuro ¿Es usted de pensar en el futuro o de vivir en el presente?

Soy de vivir en el presente. Me voy adaptando al día a día que es lo que la vida me ha enseñado, que al final, por mucha previsión que hagas, no te sirve, pero no es algo que haya dado cuenta de repente, es algo que he ido aprendiendo a lo largo de la vida.

El libro recoge multitud de hechos históricos ¿Cómo ha sido el proceso de documentación?

Ha sido difícil porque no hay muchos datos sobre ella. He encontrado varias tesis doctorales que hablan de mujeres que fueron muy importantes, entre ellas, encontré algunos datos de Icaza. También en Casi unas memorias, de Dionisio Ridruejo. Pero ante toda esa documentación tienes que seleccionar piezas y hacer un puzzle, a partir de ahí creo mi  propia documentación y me la estudio como si volviera a mi época universitaria, cuando tengo toda la documentación me creo una escaleta. Es algo fundamental si escribes novela histórica y abarcas un espacio temporal tan grande como en esta novela, desde los años veinte hasta los sesenta, con guerra incluida. No hay que fiarse de los escritores que dicen que se dejan llevar por sus personajes, al menos  a mi eso, no me  funciona.

¿Por qué eligió la figura de Carmen de Icaza?

«La literatura une, es como una tregua en la guerra»«La literatura une, es como una tregua en la guerra» - Foto: Javier PozoFue una propuesta de la editorial, me llamaron y me dijeron que yo era la persona idónea para escribir su vida. En ese momento yo tenía una ligera idea de quien era Carmen de Icaza, pero no sabía toda la vida que tenía detrás. No me lo pensé mucho y dije que sí enseguida. Me pareció un personaje complicado, pero creo que no ha salido mal.

De lo primero que se cuenta en 'No habrá otra primavera' es el momento en que Carmen de Icaza, desvela a su sobrina que no se puede casar porque el hombre del que está enamorada es su hermano, una de las vivencias más conocidas de la familia.

Fue un momento doloroso, tener que revelar a su sobrina que es hija de Ramón Serrano Suñer, cuñado de Franco, con el que su madre había mantenido una relación extramatrimonial de 15 años. Es un momento que relata la valentía de Carmen de Icaza y con el que quiere hacer entrar en razón a su hermana Sonsoles, pero no es el eje central de la novela, Carmen tiene muchas facetas. Yo me quedo con la publicación de Cristina Guzmán, profesora de idiomas, un mes después de estallar la guerra civil, un libro que se pasaron entre nacionales y republicanos y que la propia Dolores Ibárruri leyó  desde el exilio. Conseguía cosas destacadas, como atender a mujeres y niños de ambos bandos durante la guerra como secretaria nacional de Auxilio Social.

¿Fue una mujer adelantada a su tiempo?

Carmen de Icaza fue una mujer de la alta sociedad, falangista y feminista. Escribió unos artículos fantásticos defendiendo el derecho de la mujer para incorporarse al mercado laboral. Ella misma se puso a trabajar cuando murió su padre, bajo la negativa absoluta de su madre. Se marchó de casa y se llevó a sus dos hermanos mayores, sabiendo que para su madre, el triunfo era que tuviera un buen matrimonio.

Carmen de Icaza tuvo que demostrar mucho y tuvo que saltar muchas barreras ¿Usted ha encontrado muchos impedimentos en su carrera?

Sobre todo cuando empiezas a ejercer la profesión, aunque reconozco que yo he sido muy afortunada porque he hecho una carrera bastante igualitaria. He tenido oportunidades, las he aprovechado y ha sido por mérito propio. Desde que hago novela histórica intento rescatar a personajes que han hecho cosas importantes, sobre todo mujeres que no es que estén olvidadas, es que parece que nunca existieron.

De Icaza fue una defensora del feminismo ¿En que momento cree que se encuentra la lucha feminista en la actualidad?

Creo que en los últimos años la lucha feminista se está basando en muchas tonterías. El feminismo es algo mucho más serio de lo que algunos están planteando.

¿Qué ha encontrado en común con Carmen de Icaza?

Sobre todo valores, porque ideológicamente estamos en posiciones diferentes. Carmen era una mujer a la que no le gustaba la mentira, que trazó su propio camino, para la que dar su palabra era algo muy serio, dialogante, algo que en el libro se refleja muy bien en su amistad con Ernest Hemingway. Con ellos reflejo el entendimiento desde posiciones vitales diferentes.

Con Cristina Guzmán, profesora de idiomas, Carmen de Icaza consiguió unir a las 'dos Españas' ¿Hay algo o alguien que pueda conseguir unir al país?

La literatura yo creo que une, es como una tregua en la guerra. Te hace pensar, te entretiene, te divierte, aprendes. La cultura, en general, es muy necesaria porque es el motivo de su creación, se hace para unir, no para confrontar. En la presentación del libro en Madrid, la exvicepresidenta, Carmen Calvo dijo que muchos políticos deberían tomar nota y leerla porque se ve la capacidad para dialogar por encima de una ideología. Cada vez bajamos más el listón a nivel político y eso se nota. Cuanto más se estudia, más se interesa por el saber, más se avanza y más aumenta la tolerancia a lo diferente.

¿Cuántas mujeres nos quedan por descubir?

Hay mujeres desconocidas en todos los siglos. Si coges un libro de historia, está lleno de hombres, es la historia que nos han contado. Cuando ves un personaje femenino tan importante piensas cómo es posible que no hayamos tenido noticias antes de ellas.

¿Qué proyectos tiene en mente?

Algo tengo entre manos, pero no lo puedo avanzar.  Solo puedo decir que va a ser algo sobre otra mujer. Ahora estoy centrada en Carmen de Icaza, y hablar de otro personaje, es hacerle un feo.