Desde el momento en que se planteó que Suecia pudiera entrar en la OTAN, Turquía dejó claras sus reticencias a admitir al país nórdico como nuevo socio de la Alianza, al considerarlo un defensor del terrorismo -en concreto, de la comunidad kurda-. Un rechazo que se vio avivado tras la quema de un ejemplar del Corán frente a la embajada otomana en Estocolmo por parte de un ultraderechista. Ante este acto, el presidente de la nación euroasiática, Recep Tayyip Erdogan, declaró que el país escandinavo no contará con su visto bueno.

«Los causantes de que se haya vivido tal ignominia frente a nuestra embajada no pueden esperar ninguna buena disposición de nuestra parte en su solicitud de adherirse a la OTAN», sostuvo ayer Erdogan, considerando ese acto vandálico como «una traición, una vulgaridad, una canallada y un deshonor».

«El Gobierno sueco no hace falta que hable de derechos y libertades. Si tanto os importan, primero debéis mostrar respeto a la República de Turquía y a la fe de los musulmanes. Si no mostráis respeto, de nuestra parte no tendréis ningún apoyo en el asunto de la OTAN», insistió el mandatario, que criticó nuevamente las manifestaciones celebradas en el país europeo por grupos contrarios a la política de Turquía con la población kurda: «Si tanto os gustan y tanto defendéis a los miembros de organizaciones terroristas y los enemigos del islam, pues os recomendamos que también deleguéis en ellos la defensa de vuestros países».

Turquía es el único Estado que se opone a la entrada de Suecia y Finlandia a la OTAN -ambos cuentan con una candidatura conjunta-, una decisión que debe tomarse por unanimidad de todos los socios de la Alianza. 

Y la tensión es tal, que Ankara decidió aplazar sin fecha la próxima ronda de conversaciones trilaterales con Estocolmo y Helsinki sobre el acceso de ambos al grupo atlántico, inicialmente prevista para febrero.

Por eso, el Gobierno de Finlandia no descarta romper con su vecino y plantear su adhesión a la OTAN sin Suecia.

El ministro de Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, indicó que ambos países deben replantearse la estrategia de avanzar juntos si fuera necesario. «Tenemos que estar preparados para revaluar la situación», manifestó.

Asimismo, subrayó que «es demasiado pronto» para determinar si «ha pasado algo que evite a largo plazo la solicitud de Suecia», al tiempo que ha hecho hincapié en que «desde la perspectiva de seguridad de ambos países, (la entrada en la OTAN) es claramente la primera opción».

El propio Haavisto destacó que ha mantenido «una buena conversación» con el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, para abordar el proceso de adhesión de ambos países. «Nuestra cooperación con la OTAN es más estrecha que nunca», ensalzó.

El ministro iniciará hoy una visita oficial a Estonia y Letonia para abordar la invasión rusa en Ucrania y el proceso de adhesión a la OTAN por parte de Finlandia. «Es útil reunirnos con nuestros socios cercanos e intercambiar puntos de vista sobre asuntos de política de seguridad. Finlandia, Estonia y Letonia recalcarán la necesidad de mantener un apoyo firme a Ucrania», argumentó.