«Nos volvimos a casa muy pronto»

Manu Reina
-

La piloto conquense Mónica Plaza asegura tener un «sabor agridulce» por no poder completar el Dakar y asume que los problemas técnicos eran todo un impedimento

Manolo y Mónica Plaza consiguieron completar las primeras etapas del Dakar de este año con su vehículo Sodicars - Foto: Sonia Rodríguez

Mónica Plaza y su padre, Manolo, no pudieron completar el Dakar que se disputó recientemente en Arabia Saudí  tras tener que abandonar por «sufrir constantemente problemas en la transición del coche». Éste fue el principal impedimento que privó a la pareja conquense de cumplir su sueño y tuvieron que volver a casa después de superar sólo las primeras etapas, lo que hace que sea «muy pronto y agridulce», asegura la piloto. 

El vehículo de Sodicars fue mejorado por alumnos del grado de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Nebrija, pero «unos cambios salieron bien y otros mal», subraya. Tal es así que la transmisión del coche se convirtió en un constante quebradero de cabeza. «Salíamos los últimos, conseguíamos adelantar a 30 o 40 vehículos, pero parábamos cada día por una avería en la transmisión», detalla. Algunas veces eran remolcados hasta el campamento y otras conseguían reparar el problema y volver de noche a la zona de descanso. 

avería. Sin embargo, la avería se convirtió en algo rutinario, lo que provocó que los conquenses se quedaran sin existencias de este material, que es la parte del sistema de propulsión que enlaza mecánicamente el motor con las ruedas. «Ya no había solución y no nos quedó más remedio que abandonar», explica la piloto.

Mónica Plaza recuerda la dureza de la prueba más famosa del mundo del motor. La piloto cuenta, como una de las muchas anécdotas, cómo «empezó a llover muchísimo un día hasta tal punto de que empezamos a rezar porque caían muchos rayos». Y es que no hay duda de que la prueba es muy exigente, más aún al padecer «temperaturas aún más duras de las que pensábamos a priori», añade. La lluvia era una invitada inesperada. Eso sí, la joven piloto explica que la complejidad del Dakar depende también de la capacidad y los recursos que tenga cada equipo. Ya que mientras unos cuentan «con muchos medios y personal, nosotros tenemos recursos más limitados y, ante cualquier problema, solo tienes a tu compañero de equipo, además de dormir en tiendas de campaña», argumenta Plaza. 

No obstante, la joven conquense no pierde la sonrisa y afronta esta temporada con mucha ilusión porque tiene por delante el Campeonato de España con Avatel y el Mundial con Eduard Pons. Es una campaña prometedora para Mónica, que no tiene dudas de que volverá a intentarlo el próximo año en el Dakar, y lo hará junto a su padre que, pese a tener 62 años, «tiene la mentalidad de un chaval y en las situaciones complicadas sabe ser muy resolutivo», describe la hija. No cabe duda de que esta pareja conquense volverá aún más fuerte para ponerse a prueba de nuevo en la competición más dura del planeta. 

ARCHIVADO EN: Dakar, Arabia Saudí, España