Cuenca contrata peones, camareros, limpiadoras y camioneros

Leo Cortijo
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La mitad de las contrataciones entre enero y marzo corresponden a «ocupaciones elementales» y solo un 4,2 por ciento sirvieron para emplear a directores, gerentes y profesionales científicos e intelectuales.

El camarero de un céntrico negocio de hostelería limpia una mesa de su terraza para el uso de los clientes. - Foto: Reyes Martínez

Los empresarios de un notable abanico de sectores han dado la voz de alarma. Falta mano de obra. Puntales de la economía conquense como la hostelería, la agricultura, la construcción o el transporte de mercancías por carretera tienen serios problemas para encontrar trabajadores. La primera mitad de año, a pesar de la difícil coyuntura económica que empieza a dibujar nubarrones bastante preocupantes en el horizonte, es sinónimo de firma de contratos. La campaña de Semana Santa y la temporada de verano, fundamentalmente, aúpan la contratación de algunos perfiles laborales muy concretos. Circunstancia que además se ha visto sobresalientemente condicionada por el cambio en las reglas del juego tras la aprobación de la reforma laboral del Gobierno capitaneado por Pedro Sánchez.

Una conclusión palmaria es que aumentan los contratos indefinidos en detrimento de los temporales. Aún así, según el boletín trimestral del mercado de trabajo del Servicio Público de Empleo Estatal, entre enero y marzo de este año se firmaron en territorio conquense 17.104 contratos, de los que 13.503 fueron temporales y 3.601 indefinidos. Ahora bien, mientras éstos últimos aumentaron más de un 39 por ciento con respecto al trimestre anterior y un 82 por ciento en relación al mismo periodo del año anterior, los temporales se redujeron en un tercio en comparación a lo que sucedió entre octubre y diciembre de 2021.

Lo que no varía apenas con el paso del tiempo y a pesar de las modificaciones en la normativa que regula el mercado de trabajo, es el tipo de puestos que éste precisa. Del total de contratos firmados en el primer trimestre, algo más de un 21 por ciento correspondieron a peones de industrias manufactureras. Porcentaje que crece hasta casi el 30 por ciento si a éstos sumamos los peones agrícolas. Un escalón por debajo se encuentra otro de los empleos 'estrella' que impulsa la contratación cada temporada festiva o vacacional –en este trimestre se nota el influjo de la Semana Santa–, como es el de los camareros. 1.469 de los 17.104 contratos rubricados correspondieron a esta labor. En un tercer nivel, cerrando el pódium con la medalla de bronce de las ocupaciones con mayor empleabilidad de la provincia, encontramos a los camioneros (algo menos de un cinco por ciento de los contratos), las limpiadoras (4,5 por ciento) y los vendedores en tiendas y almacenes (3,7 por ciento).

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Durante el primer trimestre del año también tiraron del mercado laboral –por encima de las 200 contrataciones– empleos como monitor de actividades recreativas, personal de atención al público, empleado de correos, auxiliar de enfermería, albañil, empleado doméstico, cocinero, matarife o descargador de mercancías.

Los datos del SEPE vuelven a posicionar como los oficios más contratados los que, por lo general, requieren de una menor formación académica. De hecho, según el Servicio Público de Empleo Estatal, 8367 contrataciones se circunscribieron a una categoría denominada «ocupaciones elementales», lo que representa prácticamente la mitad del cojunto de nuevos acuerdos suscritos entre enero y marzo. Por el contrario, solo 728 contratros –apenas un 4,2 por ciento– sirvieron para emplear a directores, gerentes y profesionales científicos e intelectuales.

Ahora bien, la categoría con más altas, según la etiqueta del SEPE, es «servicios de restauración, personales, protección y vendedores», que supone un 20 por ciento. A ésta le siguen, rondando los ocho puntos y medio porcentuales, «operadores de instalaciones y maquinaria y montadores» y «artesanos y trabajadores cualificados de las industrias manufactureras y la construcción».

Por municipios. Algo más de uno de cada cuatro contratos que se firmaron en los tres primeros meses de este 2022 lo hicieron en Cuenca capital, que como es lógico aglutinó gran parte de la contratación de la provincia. De los 237 municipios restantes que se reparten a lo largo y ancho de sus 17.000 kilómetros cuadrados de extensión, el que más oportunidades laborales generó fue Motilla del Palancar, con 1.180 rúbricas nuevas, más de un 40 por ciento que el año anterior. En este localidad de la Manchuela tiene un peso muy significativo la multinacional Mahle Electronics, que emplea a cerca de un millar de personas de la comarca y tiene una facturación anual cercana a los 400 millones de euros. Entre sus previsiones de crecimiento contemplan duplicar los puestos de trabajo y la facturación en 2026.

El ránking lo completan algunos de los municipios más importantes en población, como Quintanar del Rey, Iniesta, Mota del Cuervo o Casasimarro. Sin embargo, no deja de ser llamativo el caso de Beteta, donde se registraron 150 contrataciones según el SEPE –un 265 por ciento más que el año anterior–, cuando es un pueblo donde apenas hay censados 280 vecinos. Hay que destacar que en este enclave de la Serranía se encuentra el manantial y el centro de envasado de Solán de Cabras.

Formación. CEOE Cepyme Cuenca destaca la importancia de la formación con el fin de atender la demanda laboral de los sectores que están protagonizando la mayor parte de las contrataciones. Así, el Departamento de Formación y Empleo constata que algunos sectores de alta demanda de trabajadores, pero que también exigen una cualificación, han sido los que han protagonizado la mayor parte de las contrataciones. En este sentido, el director del departamento, Francisco Javier Cuesta, valora positivamente que, «gracias al esfuerzo» realizado en la formación de los trabajadores, «donde han tenido un importante papel los agentes sociales», se han podido incorporar muchos empleados a sectores como el transporte, la construcción o incluso la industria.

Por este motivo incide en que es «fundamental» que cuando las empresas requieran un cierto perfil de trabajadores o tengan que preparar a los ya contratados para nuevos retos, «sepamos darle la respuesta que necesitan a través de la formación».

El impulso de la Manchuela. El Departamento de Formación y Empleo de la patronal conquense constata que el fuerte movimiento empresarial que se está produciendo en la comarca de La Manchuela se está traduciendo en nuevos contratos, como se puede ver en localidades como Motilla, Quintanar, Casasimarro o Iniesta. Así, desde CEOE Cepyme dejan claro la relación entre más empresas e industria es directamente proporcional a la creación de puestos de trabajo. Por eso recalcan la importancia de «adaptar la formación» a las necesidades que en cada momento tenga el mercado de trabajo, cosa que siempre se ha hecho en la Confederación de Empresarios.