La energía de los años 60

RIÁNSARES L.C.
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Johnny Torales y Alma María Vaesken, integrantes del grupo 'Los Tres Sudamericanos', residen en Tarancón desde hace más de un año. Junto con el 'Dúo Dinámico' son el único grupo de la época de los 60 que continúa en activo.

Johnny Torales y Alma María Vaesken, delante del Arco de la Malena de Tarancón. - Foto: JUAN JOSÉ DEL TORO

El grupo Los Tres Sudamericanos es el único referente musical de la época de los años 60, junto con el Dúo Dinámico, que continúa en activo en la actualidad. Dos de sus tres integrantes, el matrimonio formado por Johnny Torales y Alma María Vaesken, reside desde hace más de un año en  Tarancón, donde precisamente existe desde hace más de 25 años una fiesta inédita dedicada a la década sesentera. Este 2021 tendría que haberse celebrado el pasado sábado, pero no ha sido posible por la pandemia.

«En aquella época Tarancón era el centro de esas fiestas, recuerdo que vinimos muchas veces a actuar, entonces los guateques eran en teatros o similar», afirma Alma. «Entonces era diferente, la gente todavía estaba acostumbrada a bailar, mejilla a mejilla, bien apretaditos», apunta Johnny. Sus grandes éxitos siguen uniendo a generaciones y generaciones, Cartagenera, Me lo dijo Pérez, La Felicidad, La Chevecha, Corazón contento, Cuando salí de Cuba, Vuelo 502, El Orangután, Gibraltareña, Pulpa de Tamarindo o Guantanamera. 

Los inicios del paraguayo trío Los Tres Sudamericanos, recuerdan ambos, están en Buenos Aires, Argentina, a partir de 1959. Primero con el matrimonio ahora afincado en la provincia más Castro Darío, hasta que en 1984 dejó el grupo y ocupó su lugar Dioni Velázquez. «Grabamos un disco para el cumpleaños de un tío de Alma, lo escuchó un representante de la zona de Argentina, nos buscaron y nos contrataron, a partir de ahí no paramos», recuerda Johnny, que a finales de los 50 regentaba el hotel de su padre y tuvo que dejarlo. Y es que, con a penas 20 y 30 años, se convirtieron en auténticos ídolos de juventud y de masas.

Toda una vida

«Vinimos a Europa en los años 60 con un contrato de tres meses y nunca imaginamos lo que ocurrió, recorrimos todos los países, el Medio Oriente, y nos quedamos a vivir en España», explica Alma. Fue el productor discográfico argentino Palito Ortega quien tras verles actuar propició que sus canciones cruzaran el charco, lo que se tradujo en un éxito imparable por todo el mundo. 

Pero antes de este triunfo musical internacional, llegó el de su amor. Ella solía tocar el piano y cantar en fiestas familiares y él era un cantante ya famoso, sobre todo por sus audiciones en radio. Alma se ponía la radio debajo de la almohada y se enamoró de su voz. «Yo era prácticamente una niña, mi padre era dueño de una azucarera importante de Paraguay y estaba internada, en Asunción, la capital de Paraguay, y ahí escuchaba sus canciones, nunca pensé que le conocería y me casaría con él», cuenta Alma. «Mi padre tenía un hotel, un día llegó un cliente amigo, millonario, y me dijo serás famoso y cantarás, pero yo tengo más novias que tú, entonces empezó a presentarme como novias a todas sus amigas, así conocí a Alma y ahí empezó todo», detalla Johnny. El camino no estuvo exento de dificultades, pues la familia de ella se oponía por tratarse de un cantante, lo que llevó a la paraguaya incluso a hacer una huelga de hambre durante una semana. Y es que su amor era tan fuerte, que igual que su energía como profesionales de la música, dura ya más de 60 años. 

El secreto del éxito

Sus canciones han enamorado a miles de parejas por todo el mundo, especialmente en la época de los años 60, pero después también. «No tuvimos solamente una o dos canciones conocidas, fueron muchas», subraya Alma. «Es una música que nos hemos dado cuenta que no caduca, son canciones con mensaje», añade Johnny. Ritmos pegadizos y letras atractivas unidos al talento de Los Tres Sudamericanos, que se convirtieron en todo un referente musical, y también de moda. «Fui la primera en llevar una minifalda en Argentina, aquello fue un escándalo», señala Alma en el vídeo de la Comisión de Festejos publicado en internet en los últimos días como recordatorio a la fiesta de Los 60. 

Los recuerdos de ambos son numerosos e imborrables, tuvieron la suerte de disfrutar en el escenario, en una época en la que el público no paraba de bailar al escuchar sus temas, con los que lograron numerosos premios. «No nos gustaría volver a esa era, ya ha pasado y damos gracias a Dios por estar como estamos y seguir aún con actuaciones», señalan. Y es que si no fuera por la crisis por la Covid-19 están convencidos que estarían actuando, principalmente en las fiestas de muchos pueblos de España. Su última vez como la de tantos artistas fue en 2019; en el caso de Tarancón, en la fiesta de Los Años 60 de hace unos diez años en el concierto que ofrecieron en el Casino La Unión.

El mejor premio

En las últimas ediciones de esta fiesta temática han disfrutado junto a una de sus dos hijas, su yerno, y dos de sus tres nietos, con los que viven desde diciembre de 2019 en Tarancón, al que agradecen su amabilidad. El autobús que dirige el multitudinario desfile sesentero que se celebra cada año ya les dedicó en 2020 una canción. Todo un homenaje en su nuevo hogar merecen estos artistas paraguayos que aún se sorprenden de la repercusión de su éxito. No piensan en retirarse, mientras la salud lo permita y haya público que les reclame. El mejor premio, coinciden Alma y Johnny, «no es una copa de oro, es que nos recuerdan con mucho cariño después de más de 60 años, algo que nos llena de entusiasmo y de emoción».