Daniel Peña publica 'Lozano desde la bodega'

R.L.C.
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El chef de Tarancón, docente en la Escuela de Hostelería Natura, promociona la cultura vitivinícola a través de la vida y obra del pintor Emiliano Lozano y la historia de su pueblo.

El taranconero Daniel Peña Alonso, docente y asesor en la Escuela de Hostelería Natura de Cuenca, presentó su libro en la sala cueva de Casa Parada. - Foto: R.L.C.

Podrán dejar caer todos los muros y casas que nos vieron nacer, podrán cambiarnos los olores, calles y hasta los hábitos de cocinar o comer, e incluso beber, pero nuestras raíces seguirán ahí. Es una de las afirmaciones que en forma de dedicatoria plasma el taranconero Daniel Peña Alonso en el libro que acaba de publicar, Lozano desde la bodega. 

Después de dos años y medio de investigación, se ha lanzado a unir en él tres de su pilares, la gastronomía, la pintura y el vino. Como hilo conductor ha tomado la vida del ilustre pintor de Tarancón Emiliano Lozano (1909-1995), para promocionar a través de su obra costumbrista la cultura vitivinícola de su ciudad. «Tarancón se conoció como el pueblo de las pipas, pero antes fue pueblo de vinos, reivindico la necesidad de poner en valor esas cuevas bodega que todavía existen, donde la gente hacía, y en muchos casos hace, vino en pequeñas cantidades para su familia», expone este chef conquense, que recuerda como en el siglo pasado en la mayor parte de los hogares «había vino en tinajas, en toneles, en cubas, se mezclaba el vino, el rancio, el antiguo, el clarete, las pequeñas cuevas eran despensas en aquellas épocas sin frigoríficos, por qué no recuperar toda esa historia». Apoyado en multitud de colaboradores, a lo largo de 300 páginas, profundiza en la historia de su pueblo haciendo una recopilación inédita de artículos e informaciones que ya existían en otros libros (como la Revista Malena o el primer tomo de la vida y obra de Lozano, de Milagros Carranza) o que ha rescatado de fuentes orales. 

Cada capítulo es una etapa de la vida de Lozano y a partir de ahí incluye también alrededor de 30 maridajes de personas conocedoras del vino influyentes a nivel nacional. «Hay gente muy reconocida con diferentes premios, de muchas zonas de España, a las que he propuesto presentar un vino, actual o antiguo, ligado a alguno de los lugares por los que pasó Lozano y unido a un plato típico, rascando en la historia gastronómica de cada sitio», comenta Daniel Peña, aficionado también a la pintura. Además de obras de María Fernández de Terán y de su hermano, David Peña, la mayoría de las ilustraciones de Lozano desde la bodega son los propios dibujos que le gusta realizar al autor a través de capturas de obras del ilustre pintor taranconero. «Me gusta dibujar en un solo trazo, sacar la proporción del dibujo y a partir de ahí jugar mayormente con el vino para darle color», detalla agradecido a la familia Lozano de la Pola, que le ha apoyado en este proyecto desde que se gestó. También el Ayuntamiento, que ha editado 500 ejemplares de esta publicación y de forma gratuita los entregará como promoción de Tarancón; o también se pueden recoger en horario de mañana en el museo de Emiliano Lozano, en Casa Parada. La maquetación y diseño del libro es de Mari Carmen Rondón.  

Con más de 20 años a sus espaldas de trayectoria en el mundo de la gastronomía, dentro de este nuevo libro sobre Tarancón está el conocimiento de un joven que empezó estudiando Ingeniería Técnicas de Obras Públicas, y tras pasar por Bellas Artes, acabó haciendo un Ciclo Superior de Restauración y Medio de Pastelería. Además de contar con un curso de Sumillería Nacional e Internacional, en su etapa más recite disfruta como docente, actualmente como profesor y asesor en la Escuela de Hostelería Natura de la capital conquense. 

Ya en la época en la que puso en marcha la Pastelería Número Seis  (de 2007 a 2016) en pleno casco antiguo de Tarancón (con actividades culturales paralelas como concursos literarios o la Lozanada), o como uno de los cinco cocineros taranconeros impulsores del libro Gachas y amigos (que incluye rectas de 50 cocineros de prestigio nacional con la harina de almortas como denominador común), entre otras muchas iniciativas, su aportación a la cultura de su tierra sobrepasa su trabajo entre fogones. 

«Todo para mí es arte, la pintura, la gastronomía, el vino, siempre me ha gustado investigar cosas de mi pueblo, ya en Gachas y amigos se me quedaron cosas en el tintero y ahora creo que tendría ya para realizar una segunda parte de Lozano desde la bodega», apunta Daniel Peña, que además ha sido uno de los cocineros que impulsó la candidatura de Cuenca como Capital Española de la Gastronomía. «Es algo muy bueno que se puede sembrar este año y continuar a futuro, Cuenca tiene mucho que ver y la provincia tiene mucho que dar también», comenta este taranconero, que aboga por la especialización y profesionalización del sector con proyectos de formación y divulgación para adultos y también para niños en los centros educativos. La presentación de su libro, el pasado 3 de enero en la nueva sala de exposiciones cueva del museo de Casa Parada de Tarancón , se ha convertido en uno de los actos culturales con los que Cuenca (extraoficialmente) ha dado el pistoletazo de salida como capital de la gastronomía a nivel nacional, como una provincia plagada de rincones donde degustar, admirar y poner en valor, sus numerosas delicias.