Silva y Vallvey hacen gala de su compromiso con la región

Javier D. Bazaga
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Ambas recibieron el galardón emocionadas y agradecidas a la Comunidad que han llevado consigo en sus éxitos

Silva y Vallvey hacen gala de su compromiso con la región - Foto: David Esteban

Era la primera vez que dos mujeres recibían la máxima distinción de la Comunidad Autónoma, la Medalla de Oro al Mérito regional, y ambas se mostraron tan honradas como agradecidas en el acto de celebración del Día de Castilla-La Mancha.

Eugenia Silva, modelo y empresaria, por su «sobresaliente labor de promoción y difusión de Castilla-La Mancha como destino turístico y cultural a través de su imagen». Se acercó a la tribuna con la medalla puesta: «no vaya a ser que os arrepintáis» dijo, y utilizando las palabras de Antonio Machado para señalar que «mi infancia son recuerdos de un palacio toledano». Aseguró estar encantada de recibir tal distinción «desde mi humilde atalaya», exhibiendo el honor de compartirla con «tantos nombres ilustres», y se comprometió a ser merecedora de ella en cada momento tal y como ha venido haciendo hasta ahora, difundiendo las bondades de Castilla-La Mancha gracias a su alcance e influencia a través de su blog.

Eugenia Silva se ha involucrado además en numerosos proyectos solidarios para mejorar la vida de niños y niñas y crear oportunidades que mejoren la vida de las personas con discapacidad.

Silva y Vallvey hacen gala de su compromiso con la regiónSilva y Vallvey hacen gala de su compromiso con la región - Foto: David Esteban

Para vosotras. Angela Vallvey, periodista, poeta y novelista, en reconocimiento a su aportación a la literatura contemporánea española, fue también distinguida con la Medalla de Oro al Mérito regional en este 31 de mayo. Tiene una amplia trayectoria literaria y sus libros se han traducido a varios idiomas.

Vallvey citó a Tolstoi cuando dijo que «si quieres ser universal habla de tu aldea». Y eso hizo, habló de la historia minera de Puertollano, de su pasado sorprendente, de su valle de Alcudia. Una tierra en la que «no es difícil sentirse bien, sentirse como en casa».

Se emocionó, y mucho, al recordar primero a sus abuelos y agradecer después a su madre su presencia en este acto. Una madre a la que le atribuyó la «paciencia y doloroso mérito de un faquir», porque «aquí las mujeres crecen sanas y valientes, quijotescas».

Ella le dedicó este reconocimiento en el Día de la Comunidad. Pero no solo a ella, se lo dedicó a todas las mujeres de esta tierra empezando por la última víctima de la violencia machista: María Luisa, «muerta a manos de una violencia ciega que cuando no sabe utilizar las palabras usa los golpes». Tras pronunciar estas palabras dedicó su galardón: «esta medalla es suya, es de todas las mujeres de mi tierra» dijo, provocando la ovación del Auditorio Pedro Alomdóvar de Puertollano, conmovido con este suceso.

Vallvey culminó su intervención invitando a todos a disfrutar del Día de Castilla-La Mancha con orgullo porque «tenemos razones para hacerlo».