La Estadística de Accidentes de Trabajo entre enero y octubre del pasado año, avanzada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, confirma que el nivel de siniestralidad laboral se incrementó de forma notable en relación al año de inicio de la pandemia a nivel general, una circunstancia que se explica en buena medida por la recuperación de la movilidad y la progresiva incorporación de los trabajadores a sus puestos en los centros de trabajo.
Los datos nacionales son perfectamente extrapolables a la realidad de la provincia conquense, ya que si en todo el país el número de número de accidentes de trabajo con baja fue de 472.962, lo que supone un incremento del 19,1% respecto al año 2020, en el caso de Cuenca esa subida es todavía unas décimas mayor, concretamente un 19,5%, al pasar de los 2.148 del año del inicio de la pandemia a los 2.569 del pasado 2021.
Pese a esa subida es especialmente reseñable la caída de la mortalidad, ya que si en 2020 se contabilizaron en la provincia hasta 11 trabajadores fallecidos hasta octubre -10 en jornada y uno en itinere-, el pasado año sólo hubo que lamentar la muerte de una persona en su lugar de trabajo.
Desglosando los datos se comprueba que la gran mayoría de siniestros, 2.422, el 94,2 por ciento del total se produjo en jornada, de los que 2.394 fueron leves, 27 graves y uno de ellos mortal. Nuevamente es significativo el incremento de los accidentes en jornada en variación anual, ya que entre enero y octubre de 2020 no llegaron a los 1.800. En lo que se refiere a los siniestro in itinere la cifra ascendió 147, de los cuales sólo cuatro fueron de carácter grave.
Una forma de evaluar la evolución de este fenómeno es detenerse en la incidencia de accidentes laborales, un índice que se calcula al dividir la media de siniestros de trabajo ocurridos en el período estudiado entre la media de trabajadores afiliados a la Seguridad Social con cobertura ante los mismos, así en la provincia de enero a octubre el índice de incidencia en media mensual arrojó un total de 323,6, mientras que la incidencia de fallecimiento por cada 100.000 trabajadores sólo llegó a 0,134, muy por debajo de los 1,370 registrado en ese mismo período de 2020.
Por sectores de actividad económica, la industria manufacturera lidera los niveles de siniestralidad, con cerca de 700 accidentes con baja laboral, seguida de la construcción, con 349 siniestros, agricultura con 289 y comercio con otros 254 accidentes que causaron baja. Por el contrario, las áreas que sufrieron un menor índice de siniestros durante ese mismo período en la provincia conquense fueron información y comunicación, con sólo un accidente con baja, actividades inmobiliarias y empleados domésticos, ambas con dos, y suministro de energía, con cuatro incidencias que provocaron baja laboral.
Finalmente, la estadística del Ministerio de Trabajo y Economía Social también revela el predominio abrumador de la siniestralidad en los trabajadores asalariados, que contabilizaron 2.186 accidentes en jornada (2.163 leves, 22 graves y uno mortal) y 140 in itinere, mientras que en los trabajadores por cuenta propia la cifra se sitúa en 236 siniestros en jornada y sólo siete in itinere.