Ni los aires navideños, de los que suelen emanar buenos deseos, calmaron los ánimos en el último Pleno municipal del año. La concordia duró lo que duran dos peces de hielo en un whisky on the rocks, que cantaría Sabina. Pero claro, el año que empezó con Filomena y siguió con la pandemia, no podía terminar de otra manera... A la altura de las expectativas. Imprevisible y rocambolesco. Las previsiones apuntaban a una sesión turbulenta con un asunto central en el candelero que no ha dejado de estar en boca de todos desde que hace un mes una responsable del Gobierno se encargara de ponerle nombre: Proyecto XCuenca. El tren y el mantenimiento o no de la línea Madrid-Cuenca-Valencia partió en dos mitades a la Corporación y el intercambio de opiniones al respecto, en muchas ocasiones bronco y furibundo, se convirtió en un auténtico guirigay. El Pleno cruzó líneas rojas muy desagradables en el tono y en las formas en determinados momentos. Un auténtico polvorín.
La fragmentación generalizada de la sesión y entre los propios grupos se elevó a la máxima potencia en el seno de Cuenca nos Une. Tal y como ya adelantó en La Tribuna su portavoz, Dámaso Matarranz, la agrupación independiente mostró dos formas distintas de manifestarse con respecto a las mociones en las que se debatía la viabilidad del ferrocarril. Matarranz y su compañera Ana Isabel Payán votaron una cosa y los otros cuatro concejales del grupo, con Isidoro Gómez Cavero a la cabeza, otra bien distinta cuando se analizaron las propuestas presentadas en este sentido por el Partido Popular, Ciudadanos y Cuenca, en Marcha! Todas ellas defendieron esta infraestructura en lugar de su desterramiento. La parte minoritaria del grupo votó a favor y la mayoritaria se abstuvo. Lo que nadie esperaba era el giro de timón en la parte de CnU capitaneada por Gómez Cavero cuando se puso sobre la mesa la moción del PSOE.
Justificación de CnU. El máximo responsable de esta formación lanzó un órdago al alcalde cuando llegó el momento de votar la moción socialista: «O la quita o votaremos en contra». Dicho y hecho. Y así, el apoyo del Pleno al proyecto XCuenca se fue al limbo en el tiempo de descuento. Gómez Cavero, que reconoció que la decisión «personal» en torno a este asunto ha sido «muy dura de tomar», señaló también que no se quita «responsabilidad». En cuanto a la justificación de su abstención y la de sus tres compañeros de bancada en las mociones anteriores –por lo que fue interpelado en numerosas ocasiones durante la sesión– apuntó que no quiso ni apoyar ni rechazar las mociones del PP y del PSOE porque ambos partidos «han sido los que no han hecho nada» por defender el ferrocarril durante años. Antes de poner blanco sobre negro en referencia a las necesidades de Cuenca para progresar tanto en el corto como en el medio plazo, remató con esta frase: «Lo que nos pierde es el posicionamiento político... y así vamos».
A la postre, el vaivén en el parecer de las dos facciones de la agrupación independiente resultó fundamental para que el equipo de Gobierno naufragara en su apoyo al proyecto XCuenca. Saray Portillo, encargada de defender la postura socialista, argumentó que este plan suponía para la ciudad la posibilidad de llevar a cabo una «transformación urbana sin precedentes», al garantizar e incluso mejorar la movilidad de sus ciudadanos mediante la sustitución de una línea de ferrocarril «obsoleta, lenta, infrautilizada y deficitaria» por un nuevo modelo de movilidad en el que «ningún ciudadano ve reducidas sus oportunidades de viaje en transporte público».
Adrián Martínez, concejal de Servicios Públicos, Obras, Medio Ambiente y Movilidad, compartió la tesis de Gómez Cavero de que, efectivamente, se trataba de una decisión difícil, pero que «gobernar implica tomar decisiones». Asumió que esta propuesta les supone un «quebradero de cabeza» y que conlleva un desgaste político, «pero tenemos claro que es bueno para nuestra ciudad y para que Cuenca avance algo tiene que cambiar». José Manuel Cañizares, que llevó la voz cantante por parte de los populares, replicó diciendo que «hay una cosa muchísimo peor que no tomar decisiones, y es tomar malas decisiones».
Éste fue el broche a un debate muy bronco y áspero, que se prolongó durante buena parte de la jornada vespertina del Pleno, y en el que se cruzaron límites cuando se utilizaron descalificativos o se señalaron cuestiones de índole personal en algún caso. Un polvorín que a nadie beneficia y en el que sobrevolaron términos y argumentos de muy difícil trago y reñidos con el respeto mutuo entre los grupos que integran la cámara.
MÁS ACUERDOS DEL PLENO
El Pleno aprobó por unanimidad una moción de Cuenca, en Marcha! para homenajear a Soco Cordente, recientemente fallecida. El concejal de Cultura, Patrimonio Histórico y Turismo, Miguel Ángel Valero, recogió el guante y adelantó que la intención es dar el nombre de la escritora al foro de nueva creación de la feria del libro. Por otro lado, el Ayuntamiento abrirá expediente y dará inicio a los trámites necesarios para la construcción de una pasarela en el Arco del Bezudo con el fin de evitar posibles accidentes en la vía pública. Así lo aprobaron, a propuesta de CnU, esta formación y el equipo de Gobierno.