El alcalde de Arroba de los Montes, Antonio López, ha confirmado que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha prorrogado otros 14 días el confinamiento en la localidad, un pequeño municipio de menos de 500 habitantes que desde el pasado 30 de julio volvió a la desescalada tras confirmarse 28 positivos por coronavirus. Sanidad decretó el cierre de bares, parques y jardines, la suspensión de actividad religiosa, de los mercadillos, a llevar un control “estricto” de los centros sociosanitarios y rebajar a diez el número de personas en velatorios y reuniones familiares. Medidas que tendrán que cumplir otros 14 días más como así se lo ha comunicado al Ayuntamiento la Dirección General de Salud Pública, que recuerda que es “obligatorio de todas estas medidas, debiendo estar todos los afectados plenamente disponibles para facilitar la gestión sanitaria de las mismas”.

López, en declaraciones a este medio, ha señalado que el Consistorio ha presentado un recurso ante la Consejería de Sanidad al no estar de acuerdo en continuar con estas medidas restrictivas y haberle repetido solo la prueba PCR a los sanitarios. 

El informe elaborado por la Delegación de Sanidad de Ciudad Real y al que ha tenido acceso La Tribuna, confirma que el brote fue importado, de una familia que llegó de otra comunidad autónoma, y que los primeros síntomas se detectaron entre el 19 y el 24 de julio, encontrándose la mayor parte de los casos, 22, asintomáticos. El origen parece estar en dos cenas de amigos que se celebraron los días 17 y 18 y que dejaron hasta siete positivos entre las personas que acudieron. La mayoría, personas que estaban de vacaciones en la localidad, aunque también resultaron contagiados vecinos de Arroba, como un miembro del retén contra incendios o una persona vinculada con la residencia de la vivienda tutelada, por lo que entre las recomendaciones que lanza Sanidad se encuentran también la suspensión de visitas y salidas en la residencia.