Con las incidencias de la Feria de San Julián como un recuerdo ya casi olvidado, ahora las ‘no fiestas’ de San Mateo han vuelto a poner en la picota un asunto que trae de cabeza a más de uno de un tiempo a esta parte: el botellón. Las actuaciones preventivas que ha llevado a cabo el Ayuntamiento han funcionado en gran medida, como el cierre del aparcamiento del barrio del Castillo, lugar de concentración en semanas anteriores. Sin embargo, el consumo de alcohol en vía pública de forma grupal “está siendo un tema recurrente” tanto en Cuenca “como en el resto del país”, destacan fuentes municipales, y aunque se actúe en unas zonas “se va trasladando a otras”. En cualquier caso, rematan, “seguimos trabajando”.

No en vano, la Policía Local, en ocasiones de forma conjunta con la Nacional, han intervenido hasta en seis ocasiones en concentraciones de este tipo. Según informan desde el Ayuntamiento, el pasado sábado se produjo un desalojo de jóvenes que se encontraban bebiendo en el Bosque de Acero. Y, de la misma forma, también se intervino hasta en cinco ocasiones más en el entorno de Huertas de la Alameda por el mismo motivo. En esa ocasión, además, se requisó un equipo de música.

Más allá de la actividad que han generado los propios botellones, desde Policía Local reportan también otra serie de intervenciones durante el fin de semana, como varias incidencias de tráfico, algunos altercados, molestias por parte de establecimientos hosteleros, así como actuaciones por el estado de embriaguez de ciertas personas en diversas zonas de la ciudad. En este último caso especifican que no tiene que ver directamente con el fenómeno del botellón, sino que se trata de “incidentes aislados”.