Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro

Leo Cortijo
-

La escuela infantil 'Arco Iris' de Casasimarro, con más de 35 años de bagaje a sus espaldas, estrena nuevas instalaciones, con mayor número de espacios y aulas amplias y funcionales.

Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro

Casasimarro está de enhorabuena. No todos los días se estrena un edificio público de la importancia de una guardería, lugar de encuentro de los que serán los encargados de dictar los designios del municipio en solo un puñado de años. Después de más de tres décadas de fructífero bagaje, la escuela infantil Arco Iris del municipio cambia de instalaciones. Educadoras y niños se han trasladado a las nuevas y flamantes dependencias de este centro educativo tras la culminación de la segunda fase de las obras, que han durado en torno a diez meses. El resultado es un espacio totalmente renovado, útil, accesible y adaptado a todas las necesidades de los vecinitos más pequeños de Casasimarro, que además estrenan mobiliario, material educativo y juguetes.

El proyecto final ha rondado los 720.000 euros de inversión, tal y como explica el concejal de Hacienda y Obras, Óscar Pinar. Pero no todos los fondos han salido de las arcas municipales, la Diputación en su momento, allá por 2019, aportó 90.000 euros, y ahora la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ha hecho lo propio con otros 67.000 con cargo a los fondos europeos. Las obras, que arrancaron hace dos años, se alargaron en una primera fase durante tres meses.

Una de las cuatro educadoras del centro, Mari Carmen Moraga, explica a La Tribuna que en este momento hay matriculados 39 niños y niñas, con edades comprendidas desde los cero a los tres años, pero que las instalaciones están preparadas para acoger a 61 alumnos. La primera toma de contacto no ha podido ser mejor. «Increíble» –describe–, y es que «el cambio ha sido brutal porque las instalaciones anteriores eran de 1986 y el salto ha sido espectacular... la nueva escuela infantil es una auténtica maravilla en todos los sentidos». Además de las características técnicas y los materiales empleados, el «remate final» es que «está acabada con muchísimo gusto». La nueva guardería es, asimismo, práctica para el perfecto desarrollo de los pupilos, ya que «tenemos espacio más que de sobra para llevar a cabo todas las actividades o, por ejemplo, comodidades que antes no teníamos como disponer de piletas en las aulas».

Sonrisas por doquier en la nueva guardería de CasasimarroSonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro

Espacios funcionales. El centro se compone de cuatro aulas: una con capacidad para 20 niños de dos a tres años; otra para 13 niños de uno a dos años; otra para los bebés, adecuada para ocho y que incluye una zona de descanso, aislada y acristalada, con cuatro cunas y cuatro camitas apilables; y una más que se utilizará dependiendo de las necesidades de cada curso, con capacidad para 15 niños. Asimismo, hay otras dependencias como los aseos, la cocina, una sala de usos múltiples, cuatro almacenes, una sala de visitas, una sala para el personal, una habitación para poder dejar los carritos y otra para la asociación de padres y madres de los alumnos. Todo esto se completa con dos amplios patios con acceso directo a las aulas.

La escuela infantil Arco Iris tiene dos horarios –a elegir– de acceso y de salida. Los niños pueden entrar de ocho a ocho y cuarto o de nueve menos cuarto a nueve y media; y para recogerlos hay un tramo de una y media a dos menos cuarto o de dos y cuarto y a dos y media. En suma, el periodo lectivo es de ocho a dos y media y el horario de las educadoras, de ocho a tres de la tarde.

Más fotos:

Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro
Sonrisas por doquier en la nueva guardería de Casasimarro

En estos primeros días, los niños están radiantes y no hacen otra cosa que dibujar sonrisas por el espectacular entorno en el que se encuentran. «Y los padres también», comenta con una sonrisa la educadora del centro, y es que muchos están «asombrados» porque «desde fuera no se esperaban que la escuela fuera así, que no fuera ni tan grande ni tan bonita». Y de esta forma, desde hace unos días ya, las mujeres y los hombres del mañana de Casasimarro comienzan a formarse en un espacio que, a buen seguro, agudizará todavía más su ingenio.