El anteproyecto de la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, recién aprobado por el Gobierno, mantiene revolucionados a los cazadores -entre otros gremios-. Pese a que es una nueva normativa dirigida a proteger a los animales con la implantación de sanciones más graves en caso de maltrato, los cazadores «criticamos otras medidas que también se están contemplando y que pone en jaque al sector», explica el cazador conquense David Martínez. 

El conejo podría ser la próxima especie en suspenderse su caza. Y es que los políticos consideran que se encuentra en la misma vulnerabilidad que especies como el lince ibérico. Algo que no se traduce a la realidad según los agricultores. Martínez no da crédito a esta situación y asegura que «es inconcebible que estén pensando en prohibir la caza del conejo». Además, este joven asegura que «aquellos que tienen esta intención es porque no conocen la realidad del campo y el daño que producen las plagas». 

Pero no ha sido el conejo la única especie cuya catalogación ha cambiado, también le ha sucedido a la perdiz roja y la codorniz que ahora aparecen como «casi amenazadas». Podrían seguir el mismo camino que la tórtola, cuya caza fue suspendida durante el verano pasado. Este joven cazador expone que «lo único que quieren conseguir es cargarse toda la actividad cinegética, que además genera muchos puestos de trabajo y una gran inyección económica». 

Con esta futura ley los cazadores que cuenten con perros tendrán que constituirse como criadores en caso de que quieran cruzar a sus animales y no tampoco podrá emitirse vídeos o documentales donde se muestre la muerte del animal. «No doy crédito», sentencia Martínez.