Parece que no va a pasar un solo día sin que haya noticias relativas al tren, al uso del tren, al proyecto XCuenca, a las adhesiones al mismo….en fin, a todas estas cosas que nos cuentan y nos proponen de algo que está ya más que decidido por mucho que a la ciudadanía le hubiese gustado tener una participación más activa en este proceso que va a marcar la realidad conquense, al menos en materia de transporte, durante los próximos años.
Hoy se están sentando las bases para establecer un nuevo tren, madrugador le llaman, con destino a la capital del reino sobre las ocho de la mañana, haciendo que se llegue al puesto de trabajo a una hora que permita, ahora sí, conciliar la vida familiar y laboral. Estas mismas bases pretenden también implementar un tren que regrese a media tarde. Y todo esto adornado con un abanico de posibilidades a la hora de obtener un descuento en la tarifa de este transporte. Y es aquí, donde una vez más, la realidad supera a la ficción, lo presentado a mi entendimiento, para sumirme en el páramo de la ignorancia en lo relativo a los precios de este servicio. 
Según veo en la página de Renfe, el precio del trayecto Cuenca-Madrid para hoy, día 24 de marzo, varía entre los 15 euros como tarifa más barata a los 49 euros como la tarifa más cara. O sea una diferencia de 34 euros en el mismo trayecto dependiendo únicamente de la hora en que tengas que subir al tren. Vamos, que si tienes que ir al médico a última hora de la mañana pagas los 49 euros (o te pasas varias horas muertas deambulando por la capi) y si vas a dormir porque al día siguiente tienes una entrevista a primera hora, pagas solo 15. En estos días donde nos animan a apagar bombillas, bajar la calefacción y conducir más lento para reducir el consumo, y llegar a fin de mes añado, ¿no sería justo que el conquense pagase siempre lo mismo por el mismo trayecto? Y a ser posible esos 15 euros, claro. La razón para este atropello será la de siempre. Nos dirán que todo se basa en la famosa oferta y demanda. Bueno, pues sería la misma razón para que el resto de segmentos económicos hicieran lo mismo. Recuerdo un comic de Astérix y Obélix en el que éste, convencido por una mente calenturienta (y romana, por supuesto) comenzaba un negocio de exportación de menhires en función de la cotización del jabalí en cada momento. Huelga decir que aquello acabó como el rosario de la aurora, regresando Obélix a sus quehaceres habituales. 
Digo yo que convendría olvidar un poco la «cotización del jabalí» y, aprovechando este magnífico plan que nos van a regalar, contemplaran también esa unidad de criterio a la hora de fijar precios. Si el trayecto Cuenca-Madrid (mismos kilómetros, mismos trenes, solo distinto horario) puede hacerse a 15 euros sin descuento alguno, ¿por qué tenemos que pagar tres veces más sencillamente por el lujo de viajar a media mañana?