Unas 15.000 personas, principalmente mujeres trabajadoras de la limpieza de Cuenca, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo, convocadas por los sindicatos CCOO y UGT, iniciaron ayer una huelga que presumiblemente se extenderá durante ocho días más. Según destaca UGT en nota de prensa, estas trabajadoras tienen «caducados» sus convenios desde el 31 de diciembre de 2021. Además, «estuvieron todo 2022 con las nóminas congeladas y reducidas por el escandaloso incremento del IPC y han tratado de negociar en multitud de ocasiones unos salarios dignos que dejen de poner en riesgo su poder adquisitivo, pero la respuesta de la principal patronal, Aspel, ha sido siempre negativa».
Por otro lado, CCOO informó a través de otra nota que la huelga afecta a hospitales y centros de salud, residencias y centros de mayores; colegios, institutos y universidad; consejerías y ayuntamientos; juzgados y delegaciones ministeriales; naves industriales y oficinas bancarias, mercados y medios de comunicación.
La última propuesta ofrecida a los sindicatos es «indecente», tal y como explicó Félix Frutos, responsable de limpieza de UGT FeSMC en Castilla-La Mancha. «La última propuesta que nos ha hecho Aspel es una verdadera provocación; nos proponen un convenio a cuatro años, como si 2022 no hubiera existido» –argumenta–, y es que «no hay incremento salarial, y las cifras son una absoluta vergüenza. Es miserable, indecente y una provocación. No vamos a firmar eso de ninguna manera porque sería hipotecar el convenio por una miseria».
Por todo ello, UGT y CCOO presentaron un escrito a la Consejera de Economía, Empresas y Empleo, Patricia Franco, en el que instan al Gobierno regional a que de una manera «clara y directa», se implique en el conflicto de la huelga de la limpieza de Castilla-La Mancha, «exigiendo a las contratas que están bajo su supervisión, el reconocimiento que este sector viene reclamando desde hace ya más de un año».