Los vecinos de la zona donde se instala el mercadillo vuelven a alzar la voz. Dos semanas después de “pedir ayuda”, residentes de los entornos de Antonio Maura, Fuente del Oro, Santa Ana o República Argentina vuelven a dirigirse a esta redacción para transmitir que siguen “exactamente igual”. El problema, entonces y ahora, es el mismo: el botellón. Denuncian que a pesar de que Darío Dolz dijera que entendía su “malestar” y que les “ayudaría”, no pueden descansar como es debido.

Además de la basura que generan y que dejan abandonada en las calles, los vecinos denuncian que estas concentraciones se traducen en “música alta, carreras de coches y motos, petardos y peleas”. Es más, apuntan que hasta “destrozan el mobiliario urbano del barrio”, como es el caso una barandilla que ha sido arrancada durante este fin de semana. Por esa razón se preguntan que dónde están los controles que se anunciaron con motivo de las fiestas de San Mateo, porque en sus barrios “desde luego que no”.

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Entienden que la gente quiera divertirse, relacionarse y pasar tiempo con amigos pero no haciéndolo de este modo. Su principal queja es que se les prive del descanso que necesitan, y más ahora que “los niños ya han empezado la escuela, hay mayores enfermos que necesitan descansar y personas que trabajan durante todo el día”. Los vecinos que dirigen esta queja argumentan que la falta de sueño les influye “a nivel personal y laboral”, ya que “tampoco podemos rendir igual en nuestros trabajos”. Y por eso vuelven a pedir ayuda encarecidamente.