El mercadillo abrió sus puertas ayer como cada martes. Aunque lo hizo con algunas ausencias de comerciantes que no acudieron a sus puestos por la falta de suministros. También por la imposibilidad de servir, como de costumbre, a los miles de conquenses que acuden este día de la semana a recargar sus neveras y despensas. La huelga de los transportistas está mermando el día a día de muchos de estos vendedores ambulantes. Aunque otros siguen resistiendo a la escasez cada vez más notable de ciertos alimentos que no terminan de llegar y que tampoco se sabe cuándo lo harán. 

El joven comerciante Álvaro López, que acude cada martes desde Quintanar del Rey hasta la capital, revela que «empieza a llegar menos cantidades de las que pides» a los proveedores. Además, López asegura que la escasez se traduce en «pescado, carne y embutido porque con la huelga de transporte no está llegando en las mismas cantidades que antes». Si bien, este comerciante sí que puede al menos abrir su negocio móvil, aunque asume también las consecuencias del aumento del precio de combustible. Y es que cabe recordar que en este tipo de comercio, el traslado y el transporte de los propios vendedores, con sus furgonetas acondicionadas, es un gasto adicional. 

Sí que tiene más suerte Esperanza Lara. Esta mujer viaja cada martes desde Socuéllamos hasta su puesto del mercadillo de la capital. Lo hace muy temprano para llegar a punto y no faltar a su cita con los consumidores conquenses. Pero, «al menos hasta ahora, no estoy teniendo problemas para conseguir los productos que vendo como aceitunas, pescado, embutidos, leguminosa u otros tantos alimentos que vendo, aunque temo que la cosa cambie por la situación», expresa Lara. Esta empresaria recibe mercancía alimenticia de diferentes puntos de España. Ha notado, como no puede ser de otra forma, el aumento del precio del combustible, que influye de forma negativa en las ganancias. Pero «nosotros estamos manteniendo el ritmo de venta y, por suerte, seguimos con nuestro negocio y esperamos que así sea para no tener que interrumpir la actividad», sentencia.