Pasión por las tradiciones

R.L.C.
-

El taranconero Javier García Adrada, pregonero del Carnaval 2023, anima a desconectar de los problemas viviendo estas fiestas y apostando por mantener las costumbres que existen en su ciudad natal.

El popular ‘Javi Sandoval’ con el disfraz (hecho por Conchi Urbanos) con el que realizó su pregón el 11 de febrero, ante un auditorio municipal de Tarancón completamente lleno. - Foto: NURIA ORTEGA

Da todo por su pueblo, pues ama las tradiciones ligadas a sus raíces, y su vida se basa en ayudar a los demás, sacrificando su tiempo libre al cien por cien. Ya fue reconocido en 2018, en los premios Los Mejores del Ayuntamiento, y este Carnaval se ha convertido en el pregonero. 

Javier García Adrada, popularmente conocido como Javi Sandoval, es un joven de Tarancón, de 27 años, que lejos de estar pensando únicamente en sus cosas, está totalmente volcado con su ciudad, sus vecinos y sus tradiciones. «A veces digo no me da tiempo a todo, pero lo que me mueve es que no se pierdan las cosas, pero claro que es mucho lo que sacrificas», confiesa este veinteañero, que compagina su pasión por las tradiciones con su trabajo, en la fábrica de elaborados de la empresa Incarlopsa. 

Miembro de la Comisión de Festejos, de la peña El Mosto, de la Hermandad de la Virgen de Riánsares o la asociación Amigos del Caballo y el grupo de La Pasión, es colaborador del Ayuntamiento, de prácticamente todas las hermandades de los barrios, y también de casi todas las cofradías de Semana Santa, voluntario de la asociación española contra el cáncer en Tarancón, presidente de la Hermandad de San Cristóbal, vicepresidente de la Hermandad del Cristo del Amor, y miembro de su banda... La lista es enorme, acorde con el tamaño de su corazón y el de la conocida saga familiar a la que pertenece. 

«Realmente es así, mi vida es ayudar a los demás al hilo de las tradiciones, en Navidad, Carnaval, Semana Santa, pero también en San Valentín, los días del Padre y de la Madre o de Todos los Santos, ayudando a mis amigas de Floristería Aragón», señala Sandoval, que tiene una disposición extraordinaria hacia el resto que, sin duda, está contribuyendo al mantenimiento de muchas de las costumbres de su pueblo en los últimos años. 

«Una mujer hace poco llegó a preguntarme si tenía un gemelo, pues al estar en todo no pensaba que podía ser siempre la misma persona», cuenta como anécdota.  

Atendiendo al refrán popular, quién mucho da, mucho recibe, el pasado 11 de febrero Javier García Adrada realizó un divertido pregón de Carnaval ante un auditorio lleno. Compartió sus vivencias y la necesidad de mantener la esencia de estas fiestas, sin ningún hueco libre en el patio de butacas y con multitud de colaboradores sobre el escenario. Con enorme alegría y emoción, vivió esta responsabilidad rodeado de familiares y muchas de las personas a las que él ha ayudado, y ayuda, en su día a día, por lo que fue toda una recompensa -para un carnavalero de cuna- que nunca olvidará. E igualmente fue un regalo más de un Javi Sandoval generoso, a más no poder, que consiguió reunir a algunos de los particulares y grupos (como Estampa Flamenca y AdaptaT-Tú) más representativos del Carnaval actual de Tarancón. Todo un inicio por todo lo alto de una programación que ha tenido el honor de inaugurar, y con un mensaje claro, válido para todos los rincones: «Hay que disfrazarse de lo que sea, pero hay que vivir estos días de diversión, amistad y tradiciones, en los que nos olvidamos de los problemas y no estamos pendientes de las horas del reloj». 

Y es que pertenece a la generación Sesparke, un grupo de teatro juvenil e infantil, del que fue presidente durante ocho años, que gracias a la labor de Conchi Zarco, actual concejal de Festejos, son promotores de la cultura a nivel local, y también de las señas de identidad de Tarancón. En el caso del Carnaval que estos días nos ocupa, Sandoval lo tiene claro, «a mi no me hace falta nadie, me pongo un traje y listo». De oso, pato o dálmata (trajes que van pasando de generación en generación a través de los primos de su familia) fue de lo primero que se disfrazó, primero con la familia, después más por libre. «Recuerdo el primer traje que me compré, blanco, con pamela y un plumero que llevaba, que no me conoció ni mi madre a pesar del sobo que le dí», apunta a la par que menciona como vivir los preparativos, «ir a comprar las telas y los complementos para los disfraces, o a casa de mi abuela a por trajes para el entierro de la sardina», es una de las mejores partes a la hora de vivir el Carnaval. Siempre participativo, este 2023 especialmente no se perderá ninguno de los desfiles programados (que vuelven con fuerza tras las medidas anticovid), y Tarancón nunca olvidará su espectacular pregón y sus peculiares disfraces, tan míticos ya como La Omaíta.