Antonio Herraiz

DESDE EL ALTO TAJO

Antonio Herraiz


Las urgencias de Feijóo

04/03/2022

Viendo lo que está pasando en Ucrania, muchas palabras quedan huecas. ¿Cuántas veces hemos hablado de un acontecimiento histórico sin serlo? ¿Y la de ocasiones que repetimos el término guerra y en realidad es un lance cuya única arma es, como mucho, un estoque de madera? Lo hemos comprobado estos días con el lío en el PP, al que calificamos de contienda civil y de episodio inédito cuando no pasaba de una trifulca de golpes bajos vista ya antes en política. La gran diferencia es que esta vez ha sido retransmitida en directo, lo que da buena cuenta de por dónde se mueve la nueva política.
Mientras sigue el sonido de las bombas en Kiev, llega a Madrid el gallego Núñez Feijóo para firmar un armisticio de urgencia en el PP. Todos los acuerdos de paz son acuciantes y aquí también es una cuestión de supervivencia, aunque solo sea política. En la misma semana y casi en cuestión de horas, Sánchez ha pasado de negar que España fuera a mandar armas a Ucrania a asumir una decisión obligada para no quedar fuera, una vez más, del tablero internacional. El presidente ha dicho una cosa y la contraria antes y durante su estancia en La Moncloa. Le persiguen sus acuerdos con Podemos y con Bildu, con los que anunció que no se arrimaría en el baile y con los que ha terminado en la misma cama. ¿Quién le garantiza a Feijóo que el presidente del Gobierno dice ahora la verdad cuando asegura que no va a adelantar las elecciones?
Aun en el caso de que Sánchez cumpla su palabra por un cálculo político oportunista, estamos hablando de que las generales están previstas para finales de 2023, es decir, dentro de poco más de año y medio que se le va entre que toma asiento y coge la escoba. Antes, el PP tiene que decidir qué hace en Castilla y León; si pacta con Vox o se mueve en el alambre con un Gobierno en minoría de mirada tan corta como inestable. A Mañueco la jugada del adelanto electoral no le pudo salir peor y ha colocado a los suyos en una disyuntiva que nos lleva a esa copla que algunos atribuyen a Antonio Machado y a la que puso música el cantautor Emilio José: «Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio. Contigo porque me matas y sin ti porque me muero». Y una vez que solucione este entuerto no menor, llegarán las elecciones andaluzas que abrirán esa rueda electoral con municipales y autonómicas en la mayoría de comunidades para la primavera de 2023. Y es ahí cuando Feijóo tendrá que hacer un cesto con muchos de los mimbres que le ha dejado Casado y, fundamentalmente, el que ha sido su secretario general. Las ansias de poder de Teodoro García-Egea y su ambición desmedida convirtieron muchas estructuras provinciales y regionales en extensiones de sus tentáculos. En los congresos internos que se han venido realizando estos años, Egea ha impuesto a sus candidatos, dejando heridas y cadáveres a su paso que Núñez Feijóo va a arrastrar. Lo que ha pasado en la cúpula es el estallido de lo que tienen en las bases, con 1001 incendios que amenazan con reavivarse en el momento de conformar las listas.
Ese control provincial y regional es lo que ha evitado Díaz Ayuso tras ganar el pulso a Egea y Casado. Después de la pelea, sale también con magulladuras y está por ver qué papel acuerda con Feijóo. El gallego ya ha comprobado cómo se las gasta la presidenta madrileña, pero es consciente de que, si quiere levantar la moral de la tropa, va a tener que ir de su mano.