Castilla-La Mancha es una de las comunidades autónomas que se ha sumado a la campaña iniciada en Aragón para que la jota sea reconocida Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Como garantes de su continuidad y pervivencia, las escuelas de folklore, los grupos de coros y danzas y otros colectivos de música y canciones tradicionales se están volcando en apoyar esta causa, desde las redes sociales con el hastag #yoapoyolajota.

En la provincia de Cuenca, entre otros muchos, un ejemplo está en el grupo folklórico Caño Gordo, con 42 años de historia y en la actualidad con alrededor de más de 40 componentes, entre integrantes del cuerpo de baile, músicos y atrezzo. «La jota no es solamente aragonesa, este género musical está extendido por toda España y claro que estamos ayudando a visibilizarlo para que sea reconocida Manifestación Representativa del Patrimonio Inmaterial de España primero y después pueda presentarse la candidatura ante la Unesco», comenta Ricardo Alcázar, presidente de Caño Gordo, en plenas fiestas de Tarancón. Y es que la jota manchega, como manda la tradición, ha cerrado todos los pasacalles, bien con charanga, banda de música o grupos folklóricos. 

La Jota Labriega, del Sí Quieres, Los Quintos son algunas de las muchas que forman parte del repertorio popular de Tarancón. A nivel regional, destaca que aparecen referencias en el Fondo de música popular o tradicional del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) con más de 25.000 melodías copiadas en papel y recogidas en su mayor parte entre 1944 y 1960 por toda España, entre ellas de las cinco provincias de Castilla-La Mancha. El repertorio de grupos de la región como Caño Gordo no se entiende sin bailar e interpretar jotas, baile con el que se convierten en embajadores de la provincia allá donde van y, ahora más que nunca si cabe, en divulgadores joteros. Después de haber participado recientemente en el 75 aniversario del colectivo Danzantes Manresanos, en Manresa (Barcelona), el sábado actúan en la localidad de Villena (Alicante). 

A través del programa Talia de la Diputación provincial, la gira de verano de Caño Gordo también ha pasado por municipios conquenses como Huertas del Marquesado o Torrejoncillo del Rey, este mes estarán en Huete y antes de acabar el año, por segunda vez consecutiva, irán a Casas de Fernando Alonso. No han faltado tampoco en los últimos meses a citas más tradicionales, como la Semana Cultural de la peña El Mosto de Tarancón o las fiestas, que justo acabaron ayer.

«Dentro de las Noches Parada del Ayuntamiento de Tarancón realizamos una innovadora actuación, un recorrido por los bailes populares de Castilla-La Mancha, de cada provincia, que gustó mucho, y tras el parón en 2020 por la pandemia a principios de agosto volvimos a tener el Festival Ciudad de Tarancón, que tiene 41 años, 40 de ellos consecutivos», recuerda el presidente de Caño Gordo, también vocal de la Federación Castellano-Manchega de Asociaciones Folklore. Y si este colectivo celebró precisamente su asamblea general en 2021 en Tarancón, coincidiendo con la celebración del primer centenario de su declaración como ciudad, los próximos 11, 12 y 13 de noviembre tendrán lugar en Cuenca capital las XXIV Jornadas Regionales de Folklore. El apoyo a la jota para que llegue a ser reconocida por la Unesco tendrá entonces, sin lugar a dudas, un escaparate excepcional desde la provincia de Cuenca.  

Aunque fue el 15 de agosto cuando hubo una jornada de visibilización de la jota convocada en toda España, las acciones para que este tradicional género tenga la categoría que merece no se han dejado de suceder a nivel institucional y desde el tejido asociativo de la región.  Muchas de ellas dentro de la Enciclopedia Audiovisual del Folklore de Castilla-La Mancha, en la que ya han participado una docena de grupos de todas las provincias y también lo hará, en los próximos meses, Caño Gordo de Tarancón, con la grabación de un vídeo promocional con las piezas más típicas del folklore popular local. 

La intención de la Junta es llevar a las aulas el estudio de contenidos específicos del folklore autonómico, algo que ya se ha llevado a cabo de forma extraordinaria, en muchas ocasiones, en centros educativos de la localidad taranconera, y con integrantes de Caño Gordo como maestros de talleres de música y baile, y protagonistas de exhibiciones ante alumnos y profesores, provocando encuentros intergeneracionales dignos de consolidar.  «Aquí es fundamental la implicación de toda la comunidad educativa», señala Ricardo Alcázar, que además de presidente de Caño Gordo es profesor en el colegio Nuestra Señora de la Merced. 

Junto con este proyecto en colaboración con el Gobierno regional y la Federación CastellanoManchega de Asociaciones de Folklore, y el apoyo incondicional a la jota, Caño Gordo inicia el nuevo curso con los ojos puestos en otros proyectos aparcados por la pandemia, como la recuperación de su festival de otoño en el que se entrega el Ánsar de Oro a personas o colectivos que apuestan por el folklore regional.