La población se decanta cada vez más por la mascarilla FFP2

I.M.
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Son de elevada protección y recomendadas por sanitarios y farmacéuticos, ya las hay de varios colores, pero son más caras que las quirúrgicas por el alto IVA que tiene que soportar

Momento en el que una farmacéutica muestra a un cliente con FFP2, una mascarilla quirúrgica - Foto: Reyes Martínez

La decisión de varios países del entorno europeo de acordar el uso obligatorio de mascarillas FFP2 en el transporte público y comercios o el anuncio por parte de algunos presidentes autonómicos de un acuerdo nacional que obligue a su utilización en determinados lugares o conductas sociales, ha traído consigo un aumento de su demanda en las farmacias frente a otras.

De producción tanto nacional como de importación, hoy por hoy la mascarilla recomendada tanto por la Organización Mundial de la Salud como por los sanitarios y los farmacéuticos para protegerse contra el virus es precisamente la FFP2, la cual, por otra parte, junto a las quirúrgicas, son las favoritas entre los conquenses, comenta el farmacéutico, Pedro Mombiedro. Luego están las higiénicas, las cubrebocas con filtros de FFP2, las de tela y las FFP3, de uso mucho más restringido e igualmente más difíciles de encontrar en las farmacias.

Aunque sean las más comunes, la FFP2, a diferencia de la quirúrgica, no sólo se considera, apunta Mombiedro y la presidenta del Colegio de Farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, como una especie de equipo de protección individual, un EPI, con un 94% de protección en una doble dirección ante los agentes nocivos frente a las quirúrgicas sin filtro, sino que también su precio es más alto. «La FFP2 es más cara que la quirúrgica porque lleva más capas pero además el IVA que soporta es del 21%», algo que, por otra parte, en opinión, de la presidenta del Colegio de Médicos, «no es normal».

«Estas mascarillas no son un artículo de lujo, sino de primera necesidad, por lo que deberían estar accesibles a toda la población, para que puedan protegerse. Hay comunidades donde se están regalando desde las farmacias, yo ya no digo eso, pero se podrían incluir en el sistema de financiación y darlas con receta ya que esto va para largo», añade Moya.

La venta al público de las FFP2 oscila entre los dos y los tres euros, el de la quirúrgicas, por contra, entre los 50 y los 80 céntimos. Las quirúrgicas van en paquetes de 10, las FFP2, por su parte, van de una en una en un sobre, de manera que tú «puedas llevarte cuantas quieras», comentan Moya. Asimismo ya se fabrican con su capa externa de colores, siendo el negro, el blanco y el rosa, los tres más demandados en la farmacia de Mombiedro.

Para Mombiedro «hay tres elementos fundamentales para prevenir: mantener la distancia interpersonal, hace un buen uso de las mascarillas y tener sentido común, o lo que es lo mismo, cuando uno se sienta mal retirarse, llamar a su médico de cabecera y quedarse en casa, tal y como recomendamos».

Desde que llegó la Covid, además de mascarillas y de los geles higienizantes, otros productos que han visto cómo su venta ha crecido en las farmacias han sido, por un lado, los complejos y otros suplementos vitamínicos para protegerse y por otro, los productos antidepresivos, los ansiolíticos o los encaminados a facilitar el sueño. «Ha habido un sufrimiento psíquico y un estrés continúo, comenta la presidenta de los farmacéuticos de Cuenca, Luz Moya, la población ha estado sometida durante meses, y sigue estándolo, a mucha incertidumbre y a cambios de dirección y de comportamientos continuos y todo ello, a lo largo del tiempo, ha ido aflorando», para añadir que, « a esto es a lo que se llama la fatiga pandémica, Ha aumentado la ansiedad, la soledad o la desgana».Por el contrario, «hemos visto que ha disminuido muchísimo la venta de antibióticos, de antigripales, de antitusivos y de todo lo referente a otro tipo de infecciones de tipo bacteriana», concluye.