El año pasado fue muy seco y resultó el más cálido desde 1961

Manu Reina
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Los conquenses vivieron un 2022 con una temperatura media de 15,7 grados y un verano muy caluroso, además de tener pocas jornadas de lluvia donde tan sólo se contabilizaron 372 litros por metro cuadrado

El año pasado fue muy seco y resultó el más cálido desde 1961 - Foto: Reyes Martínez

El calor ocupa cada vez más días en el calendario anual. No hay duda de que las temperaturas aumentan poco a poco con el paso de los años y los termómetros alcanzan cada vez un número mayor de grados. De ahí que no haya tantos días gélidos, que se concentran en los meses de invierno, como ocurría hace una década y media. El calentamiento global se presenta ya como una realidad puesto que existen muchas razones que lo evidencian. Sin ir más lejos, los datos del Observatorio Meteorológico de Cuenca constatan que el año pasado fue el más cálido en la capital desde 1961. Quizás este titular no sorprenda teniendo en cuenta que los conquenses han vivido en su propia piel un verano muy caluroso y las temperaturas, además, han sido muy altas durante gran parte del año. 

Concretamente, el mes más cálido de 2022 fue agosto donde se registró una media de 27,7 grados y el más frío fue enero con una media de 5,8 grados. La temperatura más alta se produjo el jueves 14 de julio con 40,9 grados, que es también el tercer registro más elevado desde que se tienen datos registrados, solo superado por los 41,5 y 41,1 grados que se apuntaron el 13 y 14 de agosto de 2021, respectivamente. Por el contrario, la temperatura más baja tuvo lugar el domingo 16 de enero con 5,4 grados bajo cero. 

Así, la temperatura media de 2022 fue de 15,7 grados centígrados, que lo convierte en el año más cálido desde hace más de 60 años. Esta temperatura supera la media anual de 13,6 grados, que es la correspondiente al período de referencia de 1981 a 2010 (franja de tres décadas que se usa en términos meteorológicos para calificar cómo ha sido cada año). Cabe destacar, asimismo, que en los últimos nueve años se ha registrado siempre una media anual por encima de los 14 grados, algo que hasta 2006 no había sucedido.

Cabe destacar además que durante octubre, noviembre y diciembre no hubo heladas. En estos tres meses ningún día los termómetros bajaron de los cero grados. Y es que la fecha más frecuente de la primera helada del otoño en Cuenca en el período 1908-1970 fue en la tercera década de octubre, es decir, entre los días 21 y 31. Pues bien, en este 2022 en la recta final del año no ha habido heladas. Los conquenses sufrieron la primera el pasado 4 de enero de este 2023. 

Precipitaciones. En cuanto a precipitaciones los datos evidencia que el año pasado fue muy seco. La precipitación total anual sumó 372 litros por metro cuadrado. Es una cantidad de agua muy por debajo de la precipitación anual media del período de referencia (1981-2010) que se situó en los 500,8 litros por metro cuadrado. 

El pasado mes de diciembre fue el más húmedo de todo 2022 al contabilizarse 125 litros por metro cuadrado, lo que supone un cuarto del total anual. Por su parte, el mes de julio fue el más seco al registrarse tan sólo 0,9 litros por metro cuadrado. Es reseñable que en los primeros ocho meses del año pasado sólo se recogieron 139,6 litros por metro cuadrado, por lo que los 232,4 restantes corresponden a los últimos cuatro meses. El Observatorio Meteorológico de Cuenca señala que enero, febrero y mayo fueron «muy secos», mientras que junio fue «extremadamente seco». Por lo tanto, si nos ceñimos a los datos de lluvias, que noviembre haya sido «húmedo», con 50,2 litros por metro cuadrado, y diciembre «muy húmedo» han evitado que el año caiga en la zona de «extremadamente seco».

Por precisar un poco más, el día más lluvioso del año pasado fue el martes 13 de diciembre con 50,6 litros por metros cuadrados. De hecho, los conquenses recordarán rápidamente esta fecha porque fue el día en el que se produjo el desbordamiento del río Júcar. 

De cara a las semanas invernales que quedan por delante, la Agencia Estatal de Meteorología estima que para la zona conquense lo más probable es que las temperaturas se mantengan en niveles normales o cálidos para esta época del año. Es «menos probable» que sea un invierno frío. En cuanto a la precipitación, los modelos no pueden predecir una probabilidad mayor en ningún sentido. Así, pueden ser días tanto húmedos como secos. Está claro que cada año las temperaturas crecen y no será sorprendente que este 2023 nos deje, una vez concluya, nuevas cifras de récord. Y es que nadie puede negar que el calor tiene cada vez una presencia más continuada.