Las residencias de mayores siguen necesitando equipos de protección individual (mascarillas, guantes, pantallas, batas) para su personal, también que tanto a estos como a los residentes les sometan a test rápidos y que las tareas de desinfección que lleva a cabo la UME y Geacam lleguen a zonas rurales y se hagan tanto en el exterior de las instalaciones como en el interior. Además, alertan de que la falta de personal empieza a ser preocupante porque las bajas (no solo por coronavirus, muchas de ellas por simple prevención) superan el 30% de las plantillas y en algunos casos concretos alcanzan al 60%, con el agravante de que no encuentran sustitutos.
Francisco José Núñez Alía, presidente de la Asociación de Residencias de la Tercera Edad de Castilla-La Mancha (Artecam), indica que en abastecimiento de material (EPI) siguen «mal» aunque lo han pedido a las gerencias de salud de las zonas pero envían «la cuarta parte» de lo que se necesita.
Los test rápidos tampoco les han llegado, por lo tanto no saben la fiabilidad de los datos en cuanto a número de infectados (matiza que se han hecho muestreos amplios donde ha habido casos confirmados).
En general se sienten «bastante desprotegidos» y la peor consecuencia son los contagios, hay un número de bajas «impresionante», más del 30% y aumentando.
Para sustituciones se ha autorizado contratar a enfermeras de cuarto curso y también gerocultoras sin la titulación al día pero si un centro «tiene el virus dentro» la gente no quiere ir allí a trabajar, «tienen miedo». Si además saben que no cuentan con sistemas de protección «es la pescadilla que se muerde la cola».
todo parado. En sentido inverso, a día de hoy no hay nadie que haya planteado expedientes de regulación de empleo temporales pero indica que si alguna residencia viera muy mermado el número de ancianos quizá habría que plantear qué pasa con la plantilla.
El asunto es que, en este momento, los ingresos de nuevos residentes están totalmente parados. Ni siquiera la Junta de Comunidades manda a cubrir las plazas concertadas ante el riesgo de contagio. Solo en casos muy puntuales (ancianos que se hayan quedado solos y necesiten ayuda) y siempre que vayan con la prueba de coronavirus hecha, podría darse una excepción. No quieren más riesgos de los que ya asumen, explica.
En cuanto a los fallecidos asegura que se sigue el mismo trámite de siempre y lamenta la alarma causada por «las declaraciones tan desafortunadas» de la ministra de Defensa ya que entiende que los casos de los que se habló la semana pasada eran debidos simplemente a la saturación para que los servicios funerarios pudieran acudir a todos los sitios donde eran requeridos. En todo caso, en Castilla-La Mancha no ha ocurrido nada similar.
Por último, dentro de la residencias se han suspendido la mayoría de actividades físicas y ocupacionales, a cambio se están cuidando aspectos como la comunicación de los mayores con el exterior por medio de vídeo llamadas, también se presta atención sicológica a los familiares.