Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Feijóo y la actividad parlamentaria

09/03/2022

Dentro de tres semanas, Alberto Núñez Feijóo será presidente del PP. Antes de serlo, ya tiene los focos puestos sobre él porque este jueves se constituye el parlamento de Castilla y León y hay que elegir a su presidente o presidenta.

Feijóo ha repetido hasta la saciedad que es Mañueco quien tiene que decidir sobre las alianzas con Vox si efectivamente hay alianzas, tanto para la elección de la Mesa parlamentaria como para su posible integración en el gobierno. A poca gente del PP le gusta Vox, le convence Vox, pero no se puede soslayar que cuenta con un número considerable de votos y escaños y su potencia es creciente cuanto más ensañamiento hay contra sus siglas. Lo sabe bien Pablo Casado, con su fuga masiva de votos hacia el partido de quien había sido amigo, Santiago Abascal.

Feijóo, realista, no oculta que prefiere gobiernos sin Vox dentro, y sin enfrentarse a ese partido con la visceralidad de Casado, ha conseguido que su representación en Galicia sea nula. Cero. No existe. A lo mejor tiene razón al no meter excesivamente el dedo en el ojo a los simpatizantes de Vox, y consigue así que regresen a quien fue su casa madre para muchos, el PP. No lo harán si desde Génova arremeten de forma tan dura con el partido al que han estado votando. Por no mencionar que se entiende mal las arremetidas generalizadas contra Vox, con ningún respeto a sus votantes, y, sin embargo, se asuman con naturalidad las alianzas de Sánchez con Bildu o los independentistas. Además de meter en el gobierno a Podemos, tan alejado de algunos principios constitucionales, y tan cercanos a dictadores de izquierdas.

Somos multitud, los españoles que no compartimos algunas iniciativas que Voz defiende con uñas y dientes, sus políticas antieuropeístas, dudosas respeto a la violencia de género, xenófobas y racistas en muchos casos. Pero si Mañueco no logra formar gobierno, será el PSOE quien gobierne en Castilla y León, con Podemos dentro. Y ya conocen los españoles las consecuencias de ser gobernados por el partido que creó Pablo Iglesias y que hoy dirigen Ione Belarra e Irene Montero.

Vive el mundo, y, por tanto, España, un momento especialmente difícil, desgraciado, tenso. La guerra de Ucrania va a traer escasez, pobreza, derrumbe de proyectos de futuro diseñados tras muchos años de esfuerzo. Para superar ese bache tan serio se necesitan políticos solventes, con demostrada capacidad de gestión, dispuestos a ponerse a trabajar hasta la extenuación, priorizando lo que urgente y dejando para más adelante lo que puede esperar. Que Vox entre por primera vez en un gobierno, o apoye desde fuera a un gobierno, no es tan grave siempre que el presidente de ese gobierno llegue a un acuerdo aceptable y, lo más importante, obligue a su socio a cumplirlo.

Pues sí que están los socialistas como para dar lecciones de con quién se puede llegar a acuerdos y con quién no ….