De niños jugaban en casa a ser banceros y ahora tienen su propio paso para procesionar. El grupo de jóvenes de Tarancón que en pleno confinamiento por la pandemia de la Covid-19 crearon una hermandad de Semana Santa cumple hoy el sueño de sacar a la calle su primera imagen titular, Nuestro Padre Jesús del Perdón.
«Alguien dijo en el grupo de whatsapp oye vamos a crear una hermanad, empezamos de la nada más absoluta y no imaginábamos que en pocos meses sería una realidad, y en menos de dos años tener ya a nuestro titular», recuerda Gonzalo Domínguez, presidente de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Perdón y María Santísima de la Salud, formada por alrededor de 170 hermanos y fundada por jóvenes de entre 18 y 24 años.
Desde el inicio tuvieron claro que no querían una imagen bonita sin más, y lo han logrado. El Jesús del Perdón de Tarancón remueve por dentro al contemplar su mirada «de misericordia y cercanía», como destacó el Obispo de Cuenca, José María Yanguas, el 2 de abril en la bendición de la imagen, de la que alabó su calidad, digna de los grandes artistas de la imaginería española.
La talla, completa, realizada en madera de cedro policromada al óleo, es obra del escultor andaluz Juan Bautista Jiménez, que cuenta con taller propio desde hace más de seis años en el barrio de Triana. A sus 30 años, ya ha realizado numerosos trabajos para diversos lugares de España, así como en países de tres continentes, como Filipinas, México, Italia, Colombia o Estados Unidos. En Tarancón ya había realizado el Cristo de Burgos (2019), de la Cofradía de la Exaltación, y la Virgen del Alba (2020), de la Hermandad de la Resurrección. «Estoy muy agradecido con haber realizado esta tercera pieza para el pueblo, sentía que era mucho más difícil sorprender y complacer a la gente, pero estoy contento porque ha gustado mucho», afirma el propio escultor, que para este ecce homo, una de sus iconografías favoritas, se ha inspirado en cristos que «me gustaron desde la infancia, como el Presentado al pueblo de San Benito, el Soberano Poder de San Gonzalo o el Cristo del Silencio de la Amargura».
Bautista ha pasado en los últimos años de la cancelación de proyectos por la pandemia, «de la tranquilidad creativa, incluso más de la cuenta», a vivir estos últimos meses «con mucho estrés y muchísimas horas de dedicación a cada imagen, pero muy contento». El Jesús del Perdón de Tarancón es una de los tres cristos titulares que han salido de su taller esta Cuaresma. Con una estatura de 1,80 metros, sin contar la peana, lleva ojos de vidrio soplado policromados en su interior, fundas dentales, sudario de tela encolada y corona de espinas natural, hecha a partir de ramas de acacia.
Tanto la lágrima que le cae por el lado izquierdo del rostro, como las gotas de sangre que se distribuyen por todo el cuerpo están realizadas con resina. Las potencias, en metal dorado, son un regalo de todas las hermandades de la Semana Santa. Realizadas por el orfebre andaluz Jesús María Cosano (de Puente Genil), simbolizan la Divinidad de Cristo y la posesión plena de la Gracia, la Omnipotencia y la Omnisciencia.
«La verdad es que tenemos que agradecer el apoyo de nuestras familias, amigos, de las hermandades», subraya el presidente de la nueva cofradía de Tarancón, que utilizará las andas de la Junta Mayor de Hermandades (adaptadas con una peana de dos alturas) para sacar al Cristo del Perdón. Siguiendo el orden cronológico característico de las procesiones taranconeros irá detrás del paso de La Coronación de Espinas, de la Hermandad de María Magdalena. «Al ser la procesión del Silencio no habrá acompañamiento musical, iremos al ritmo de las horquillas, como máximo con 24 banceros, escudos hemos vendido los 50 que hicimos al inicio, las expectativas son muy buenas», concreta Domínguez, que confirma como esta hermandad ya tiene en proyecto encargar también a Bautista la Virgen de la Salud y completar en próximos años su primer paso.
Ya solo falta que el Jesús del Perdón salga a la calle este Miércoles Santo (la procesión sale a las 21 horas desde la iglesia de la Asunción) a dar el perdón al pueblo de Tarancón, donde la Semana Santa está declarada de Interés Turístico Regional. Ya solo queda que como con esta nueva talla en las procesiones de la provincia se sigan cumpliendo sueños a partir de caminos de ilusión y fe como el de estos jóvenes, reconocidos este año con el Capuchino de Oro de la Junta Mayor de Cofradías de la Semana de Pasión taranconera.