Antonio Pérez Henares

PAISAJES Y PAISAJANES

Antonio Pérez Henares


Un gobierno a palos

10/02/2023

Puede que lleguen hasta el invierno que viene y Sánchez concluya mandato. Pero eso es en lo único que los 'socios' parecen estar de acuerdo. Porque en todo lo demás andan a palos.
Este es un gobierno roto. O mejor dicho, dos gobiernos cada uno por su lado, en plena gresca y tirándose los trastos a la cabeza. En estos últimos días, la tensión que venía engordando desde hacía mucho, ha acabado por estallar.
El detonante ha sido la chapuza del 'Sí es Sí'que les ha reventado en la cara, tras negar un y mil veces sus perversos efectos, y que, sobre todo el PSOE, teme que le reviente en las urnas. Mas de 400 criminales sexuales beneficiados por el delirio podemita pero avalados y votados con brazos de madera por todas las tropas socialistas no hay quien se los trague. Como ya nadie lo hace con el cuento de que eso es la quintaesencia del feminismo cuando hay miles de mujeres víctimas de esos delincuentes que hasta se pueden ya encontrar con ellos por la calle. Por Castilla-La Mancha anda uno, y peligroso en extremo, de los que han soltado.
La gresca ahora es por como arreglan lo que ya no tiene, en realidad, remedio; quién se come el marrón y cómo pueden escurrir el bulto con Irene Montero diciendo encima que lo que han hecho es una maravilla y que no hay que cambiar nada. Son tan grotescas las excusas, tan burdas las intentonas -se lleva la palma Pachi López cada vez más en el papel de juglar cazurro del poder-, que la única que ha tenido dentro de todo el potaje, la decencia de decir la verdad, reconocer el error y asumir el desastre, la ministra de Justicia, Pilar Llop puede ser la que acabe decapitada.
Pero este desastre no es el único embrollo y la ristra que arrastran o la que se les viene encima, no hace más que engordar. La ley animalista, que cuando escribo ni se sabe si saldrá con barbas o la purísima es una, pero la Trans es otra que puede convertirse en un cenagal de los gordos. No hace falta nada más que mirar a Europa, donde hasta los suecos han decidido dar marcha atrás ante las aberrantes consecuencias que han empezado a hacerse realidades desde las cárceles a los parvularios. El gobierno va de charco en charco y cada vez más embarrado.
La imagen del presidente, fue muy ostensible, en el Congreso el miércoles y lo cantan las encuestas, está cada día más tocada. Con un nuevo elemento que se percibe cada vez con mayor nitidez y que puede hacerle aún más daño. Y no es otra cosa que Sánchez ya no manda en su propio Gobierno sino solo en una parte del mismo. Que los ministros de Podemos no reconocen su autoridad y él no se atreve a imponérsela. Delante de los desplantes y los desafíos, permanece más que impávido, impotente y no osa ni siquiera cesar a un bedel de uno de los ministerios de los 'otros'. Sánchez es hoy, o tal parece, solo el presidente de los ministros socialistas. Los morados obedecen a otro. Tal vez a quien antes llevaba coleta. Pero a él no le hacen ni caso. Yolanda Díaz lo más que hace es callarse.
La tormenta, por el momento, no tiene pinta de ir a mejor sino de encresparse más todavía. Para mí que lo que está deseando como agua de mayo es que Abascal y Tamames den el salto al escenario cuanto antes y distraigan la cosa un poco.