Un proceso evolutivo en continuo progreso

V.M.
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La paleontóloga Ángela Delgado Buscalioni asegura que «la sociedad actual introduce claramente técnicas y herramientas que están alterando los tiempos y modos evolutivos»

Ángela Delgado, en el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha. - Foto: Reyes Martínez

Bajo el título Revolución y evolución, la doctora Ángela Delgado Buscalioni participó en el ciclo de conferencias ConCienciAcción sobre divulgación de la cultura científica, programado por el Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha. Profesora de Paleontología en la Universidad Autónoma y directora del Centro de Integración para la Paleobiología, sus estudios sobre las relaciones de parentesco entre especies vivas y especies extinguidas le llevaron a  elaborar aproximaciones pioneras en Morfología Teórica de los vertebrados. 

Delgado mostraba en primer lugar todos los grandes saltos realizados científicamente a lo largo de la historia en torno a la idea de evolución, para posteriormente evaluar la incidencia y el impacto han tenido esas revoluciones a escala social, apoyándose en noticias periodísticas, reportajes, cómo la gente interpreta algunas enfermedades, teorías evolutivas o el tema de la pandemia, «porque es evidente que la evolución está muy presente en la vida de la gente», sentenció.

Preguntada por cuáles han sido esas revoluciones capitales en el ámbito científico, comentaba a La Tribuna de Cuenca que «la primera fue la teoría de Darwin que explica evolución biológica de las especies, a la que sucede la rama de genética de poblaciones que genera distintas disciplinas con una fuerza muy grande, las cuales se vinculan al día a día y tienen que ver con nuestra herencia materna y paterna; otra revolución sobre el origen de los animales en general es el registro fósil, la paleontología, y la cuarta sería la biología del desarrollo, todo lo vinculado con la embriología, cómo los cuerpos se forman, la morfogénesis».

«Quinta revolución».  «Habría una quinta revolución -añadía- que se centra en la incorporación al estudio de la evolución de disciplinas como las matemáticas o la física y en el estudio de la evolución como algo que tiene mucho sentido porque unifica todas las escalas, desde los átomos hasta los ecosistemas de la Tierra, sistemas dinámicos complejos, porque cualquier proceso evolutivo es un sistema que cambia en el tiempo y lo hace con unas reglas que tienen mucho que ver con la complejidad».

La paleontóloga hace hincapié en que «el proceso evolutivo está en continuo progreso y en cuestión de meses puede verse ese cambio en innumerables ejemplos y cómo por los actuales modos de vida, nuestro ambiente y por la propia cultura también estamos modelando nuestra variación genética, la evolución es algo vivo que no nos debemos plantear a mucha escala de tiempo».

Ángela Delgado matiza que«la sociedad actual está introduciendo ya técnicas y herramientas en la medicina o en la biotecnología que claramente están alterando los tiempos y modos evolutivos,  por lo que dentro de nada tendremos la evolución provocada por los humanos, algo muy interesante porque te das cuenta que hay procesos que se salen del estudio de lo puramente natural».

ética y avances científicos.  En otro orden de cosas, reconocía que los conflictos  entre los avances científicos y las cuestiones éticas suelen marcar todas esas revoluciones y considera difícil encontrar un equilibrio entre ambos campos, «porque no sólo está lo que es el raciocinio y los valores científicos que persiguen un objetivo determinado y resultados concretos, sino que también está la filosofía y  la parte espiritual del ser humano, es decir existen muchos agentes en torno a cuestiones que tiene que ver con la propia ética y es algo que debemos trabajar colectivamente».

Finalmente, en cuanto a los retos y temas que más afectarán la evolución humana a corto plazo, Ángel Delgado cree que «la variación que tienen el hombre actualmente empieza a ser espectacular en todos los términos de su genética, vemos un panorama a escala mundial de un patrón muy variopinto, pero con pocas áreas diferenciadas, quizás tendemos hacia una homogeneización del ser humano, lo que puede hacer que la evolución vaya más lenta, pero por otro lado estamos introduciendo acosas biotecnológicas de modo muy rápido y antes o después tendremos que contar con los hombres y las mujeres cyborg, que tienen implantes y cuestiones mecánicas internas, a los que habrá que incorporar al debate evolutivo».