Política conquense en clave femenina

Leo Cortijo
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Con los últimos movimientos en el Ayuntamiento y la Subdelegación del Gobierno, ellas suponen el 53 por ciento de los representantes de Cuenca en las instituciones.

Política conquense en clave femenina

Hace no tanto tiempo habría sido algo impensable. La presencia de la mujer en la política a todos los niveles era testimonial. Aunque se han logrado avances más que notables en otras profesiones, en este sentido todavía quedan muchos muros que derribar. El meollo de la cuestión no es que en una corporación haya tantos hombres como mujeres, que así suele ser, faltaría más, sino que éstas llegasen a desempeñar el mayor cargo de responsabilidad en dichos equipos, un techo de cristal que todavía pesa como una losa en multitud de ocasiones. Afortunadamente, el cambio generalizado de mentalidad hace que caminemos hacia esa dirección y lo que antes era una utopía hoy es una realidad justa, digna y sobradamente merecida.

La política conquense tiene, en cierta medida, motivos para presumir, y es que de las 60 principales personas que dedican su día a día a este cometido, 32 son mujeres y 28 hombres. Ellas, por tanto, representan algo más del 53 por ciento. Ahora bien, hay que aclarar que es así por los movimientos de los últimos días, y es que se han producido cambios en dos instituciones que han beneficiado a las féminas. Siguiendo la línea temporal, el primero de ellos se produjo en el Consistorio, con la salida del concejal Dámaso Matarranz y la entrada de Olga Martínez, que se hará efectiva en breve. De la misma forma, hace unos días se dio a conocer el cese del subdelegado del Gobierno, Juan Rodríguez, al que remplazará Mari Luz Fernández.

Iniciamos viaje institución a institución y nos movemos desde el núcleo hacia la periferia. El Ayuntamiento y la Diputación calcan sus números. En ambas administraciones la corporación está constituida por 25 miembros, entre los que hay 13 mujeres y 12 hombres. Una paridad absoluta que ensombrece el hecho de que los máximos responsables de una y de otra sean varones. De hecho, en más de 40 años de historia democrática, Cuenca jamás ha tenido una alcaldesa y solo una presidenta de la institución provincial, Marina Moya entre 1995 y 1999.

Aumentamos el radio de acción y analizamos la Junta de Comunidades. La provincia aporta a las Cortes regionales cinco diputados, de los que tres son hombres y dos mujeres. En esta caso la partida la ganan ellos, dándose además la circunstancia de que el único representante conquense en el Consejo de Gobierno es el vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro. La desigualdad se compensa con María Ángeles Martínez, delegada de esta administración en territorio conquense. 

Aunque no los hemos tenido en consideración para el cuenteo general, sí podemos apuntar para completar la información que la baraja de delegados provinciales por áreas de acción vuelve a inclinar la balanza en pro de los hombres, aunque de forma mínima. Partiendo de que la cartera de Sanidad ahora mismo está vacante –estaba en manos de Mari Luz Fernández–, de las ocho restantes, cinco las ocupan varones –Ramón Pérez Tornero (Hacienda y Administraciones Públicas), Óscar Javier Martínez (Economía, Empresas y Empleo), Joaquín Cuadrado (Agricultura, Agua y Desarrollo Rural), José Ignacio Benito (Fomento) y Rodrigo Molina (Desarrollo Sostenible)– y tres mujeres –Sonia Isidro (Educación, Cultura y Deportes), Lourdes Luna (Igualdad) y Amalia López (Bienestar Social)–. 

Precisamente Mari Luz Fernández, que ocupará desde este viernes el asiento de la Subdelegación del Gobierno, suma enteros para ellas. Con este movimiento, de hecho, se refuerza su posición en lo que atañe a las instituciones nacionales, pues en esta legislatura dos de los tres diputados del Congreso por la provincia de Cuenca son mujeres –Gracia Canales y Beatriz Jiménez– y uno es hombre, Luis Carlos Sahuquillo.