La hostelería realiza un balance «muy positivo» de San Julián

Leo Cortijo
-

A pesar del complejo contexto inflacionista, el sector saca conclusiones «satisfactorias» tras no reflejarse ningún frenazo en el consumo, algo que esperan prolongar «más allá de las fiestas de San Mateo».

El secretario de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, Diego López, posa en la Catedral. - Foto: Reyes Martínez

Lo apuntaban antes, lo comprobaron durante y lo han confirmado después. Las positivas previsiones que la hostelería conquense manejaba en el preludio de esta Feria y Fiestas de San Julián se han corroborado. A pesar de vivir uno de los contextos económicos más complejos de los últimos años merced a una escalada inflacionista apabullante, los hosteleros ya vaticinaban que eso no iba a suponer un freno en el consumo durante los días más festivos del año, y así ha sido –contante y sonante– una vez que el serial sanjulianero ha echado el telón hasta el año que viene.

Así las cosas, desde el sector realizan un balance «muy satisfactorio» y las conclusiones son «muy buenas», lo que les invita a estar «contentos». En estos términos se expresa el secretario de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, Diego López, que destaca al mismo tiempo la «total normalidad» con la que conquenses y visitantes han disfrutado de más de diez días de fiesta ininterrumpida. «Sabíamos que el verano iba a ser bueno en su conjunto, porque estamos en foros a nivel nacional en los que se apuntaba esa tendencia generalizada, y las fiestas no iban a ser menos», remata al respecto.

López destaca que la demanda ha sido «muy alta a todos los niveles» dentro del sector hostelero. Bares y establecimientos de ocio nocturno se han llevado la palma, y a ellos se han sumado los restaurantes con, también, «muy buenas» cifras de consumo. Todos ellos apoyados por el «efecto tractor» de las fiestas, especialmente por los conciertos, las corridas de toros, el concurso hípico y las actividades del recinto ferial. «La gente tenía muchas ganas de salir y de compartir momentos tanto con la familia como con los amigos, y así han hecho en diferentes momentos del día y según sus posibilidades», explica el portavoz del sector.

Los hosteleros «lo han dado todo». «Hemos vivido diez días de muy intenso trabajo que han merecido la pena», y es que para vivir situaciones así se preparan durante todo el año. López subraya que agosto es un mes donde los empresarios y los profesionales del sector «se lucen», ya que no solo tienen que dar respuesta al turismo que ya de por sí inunda el Casco Antiguo al ser «el mes de vacaciones por excelencia para todo el mundo», sino que también lo hacen con aquellos oriundos de Cuenca que viven fuera y pasan unos días aquí. «Ellos no tienen ese contacto diario con la ciudad y cada vez que regresan se dan cuenta de cómo está evolucionando la hostelería en esta ciudad, que en estos últimos años ha crecido de forma exponencial tanto en calidad como en variedad».

Un agosto de números verdes también para los hoteles, parte indispensable del sector. Es cierto que la feria no actúa como polo de atracción en este sentido salvo contadas excepciones, como alguna corrida de toros o el concierto de Manolo García, por ejemplo, cuando sí se registraron algunas altas, según apunta López. Los hay que vienen adrede a presenciar algún festejo taurino o un recital musical, hacen noche y se quedan un día más para conocer Cuenca, pero son los menos. Con todo, agosto es un mes «bueno» per se para los diferentes tipos de alojamiento, y éstos han «cumplido» con las expectativas, aunque es cierto que el agosto de 2021 fue «todavía mejor» porque fue algo «excepcional».

Esta tendencia se prolongará, previsiblemente, hasta después de las fiestas de San Mateo. Es más, desde el sector esperan que octubre también sea un mes de «buenos resultados», pues «suele serlo por el tipo de visitante que tenemos, de mayor calidad y poder adquisitivo», apostilla López. La incertidumbre se cierne entonces a partir del mes de noviembre, cuando los hosteleros auguran que el panorama «puede empeorar» viendo la tendencia de los últimos meses. Ahora bien, el secretario de la Agrupación no se atreve todavía a vaticinar con qué grado de virulencia atacará la crisis.

La Carpa Joven reunió a 2.000 personas al día. Después de haber dejado atrás lo peor de la pandemia, la Feria y Fiestas de San Julián de este año sirvieron para recuperar una incitativa que en 2019 apuntó unas cifras «realmente interesantes»: la Carpa Joven. La Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo, a instancias del Ayuntamiento, gestionó este espacio por el que han pasado una media de 2.000 personas al día durante las once jornadas en las que estuvo abierta al público. Guarismos que, en boca del secretario de la institución hostelera, Diego López, «no son fáciles de conseguir y menos entre semana». 

La clave del éxito es que este espacio «da en la diana» de las necesidades de una parte importante de los conquenses. Según López, «la Carpa Joven cubre un segmento de edad que antes no tenía una oferta clara dentro de la programación de las fiestas». Es más, utiliza una frase muy esclarecedora: «Siempre he dicho que ibas a las fiestas cuando eras crío o cuando tenías críos». Ahora no es así, ahora este recurso atiende las inquietudes de aquellos que se encuentran entre ambos grupos etarios.