El cisma en el PP enfría la elección del candidato

Leo Cortijo
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La dirección regional establecía como fecha límite para designar al candidato la próxima Semana Santa, pero ahora queda en «'stand by'» porque en esta tesitura «nadie quiere moverse en arenas movedizas».

Paco Núñez, junto a representantes ‘populares’ en las instituciones y otros militantes, en uno de sus últimos encuentros públicos en Cuenca. - Foto: PP

El Partido Popular vive inmerso en un terremoto constante de catedralicia magnitud en la escala Richter. Lo nunca visto. Las consecuencias prometen ser devastadoras para la formación si a la herida no se le aplica un torniquete con urgencia. El foco se centra en la capital del Reino por lo que ocurre en la Puerta del Sol y en Génova. El cruce de acusaciones entre sus máximos responsables, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado no cesa y en medio de ese fuego cruzado hay un sinfín de estructuras regionales, provinciales y locales que no saben muy bien a qué atenerse ni qué papel jugar en esta contienda televisada prácticamente al segundo. Al menos hasta que se observe luz al final del túnel.

El terremoto no para. Suma y sigue prácticamente a cada momento. Es el minuto y resultado de un tiro en el pie... o en un sitio peor. Y eso dinamita los procesos orgánicos en los que el partido se encontraba trabajando a pleno pulmón. Uno de los más importantes en este sentido en territorio conquense era la definición del candidato a la Alcaldía de la capital. Hace justo un mes, La Tribuna avanzaba en primicia el interés del PP regional en que ese nombre propio fuera el de Francisco Pulido. Una «apuesta personal» de Paco Núñez para recuperar el bastón de mando municipal en 2023, aunque eso sí, de difícil consecución por la situación personal y laboral del médico, que resultaba «muy compleja de cuadrar» con el cargo.

Cambio de planes. Ahora la situación se complica todavía un poco más. La primera y más inmediata consecuencia del desaguisado popular es la modificación de la hoja de ruta que el partido se había establecido. Desde la dirección regional establecía como fecha límite en el horizonte para deshojar la margarita la próxima Semana Santa. Eso ahora queda en stand by. Fuentes bien informadas del seno del partido aseguran a este periódico que esta situación genera una «incertidumbre tremenda» porque «no sabemos si vamos a ir a un congreso extraordinario, si va a tomar las riendas una gestora, si seguirá uno, el otro o ninguno de los dos». Y con ese panorama, «hasta que no esté totalmente solucionado» el asunto, no se va a dar ningún «paso en falso». Nadie quiere moverse en arenas movedizas y menos en este contexto. Por eso la orden que las bases del partido han recibido desde la cúpula regional es que prietas las filas y «prudencia máxima» hasta nueva orden.

Ahora bien, esas bases entienden que esto es un «error», y es que la elección del candidato se demora demasiado. Si hasta julio no está previsto el congreso ordinario «nadie moverá ficha» hasta entonces por el temor a que eso tenga «consecuencias». Si por el contrario se programa uno extraordinario, éste no tendrá lugar antes de abril o mayo y, en todo caso, la elección se retrasa «muy por encima» de la pretensión inicial del PP regional.

La crisis en el Partido Popular, extrapolada a territorio conquense, no se circunscribe solo al futuro candidato al Ayuntamiento de la capital. Las fuentes consultadas por La Tribuna también ponen el foco en la derivada que este galimatías puede tener no solo en la renovación de las diferentes juntas locales, «que se están renovando con los mismos mimbres», sino también en cómo se posiciona el partido en clave electoral en las localidades de la provincia. La realidad –argumentan– es que la «dificultad tremenda» que ya existía para obtener candidatos y elaborar esas listas de cara a las próximas elecciones municipales se verá «agravada» por este asunto. Con todo, tienen la esperanza que donde ahora solo hay tormenta y una fuerte marejada, «con la mayor urgencia posible» y con un cambio radical en la estructura central del partido, las aguas revueltas se calmen. Eso incluso, rematan, puede suponer un «revulsivo».

 

La mira sigue puesta en la opción de Francisco Pulido

Francisco Pulido es la «principal opción» en la que ahora mismo trabaja la cúpula del PP castellano-manchego con el objetivo de recuperar el bastón de mando del Ayuntamiento. De hecho, el que ya fuera alcalde entre los años 2007 y 2011 sabe del «gran interés» que tiene el partido y que los ojos están puestos en él. Así lo avanzó La Tribuna hace un mes y ese sigue siendo el sentir al más alto nivel entre los populares de la comunidad. Según las fuentes consultadas por este diario en su momento, Pulido puede encarnar ese perfil que «aglutine» los diferentes pareceres de la formación y si no, al menos, «uno de los que más garantías ofrece» en ese capítulo. En Toledo valoran de forma muy positiva su «contacto con la ciudadanía», así como su «grado de conocimiento de la ciudad».