Una poderosa arma contra Rusia

Agencias
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Ucrania ha creado todo un ejército digital que cada día lucha por superar las barreras del Kremlin para mantener a la población actualizada sobre la contienda y luchar así contra la desinformación

Una poderosa arma contra Rusia - Foto: Isabel Infantes Europa Press

Ataques a páginas web rusas, donaciones en criptomonedas, notificaciones con imágenes de la guerra e información sobre la cifra de soldados que han fallecido en ella: las compañías tecnológicas ucranianas y los especialistas del sector también se han convertido en actores relevantes en el conflicto con Moscú. Unos movimientos que demuestran que Kiev juega un papel muy importante dentro del sector de las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Desde la invasión, Reface, una startup ucraniana de creación de memes, ha enviado a dos millones de usuarios en Rusia textos como «No a la guerra. Sal a protestar», «Abre para saber cuántos soldados han fallecido» o «No tenemos el dinero todavía, pero sí mucho ánimo» (famosa frase que el expresidente ruso Medvedev dijo en Crimea).

También MacPaw, una compañía con millones de usuarios en los países hispanohablantes que desarrolla apps para optimizar los ordenadores de Apple, está participando de forma activa y tiene su propio medio corporativo donde todo el mundo, incluso los rusos, puede «leer la verdad sobre la guerra en Ucrania». La empresa también ha facilitado un acceso gratuito a los servicios de limpieza CleanMyMac para los periodistas que cubren la guerra. «Nuestro trabajo es ayudar a Ucrania a resistir, concienciar al pueblo ruso en la medida de lo posible para que se dé cuenta de la horrible verdad y salga a la calle para detener a Putin», comenta Oleksandr Kosovan, CEO de la empresa.

Y Grammarly, la décima startapp más valiosa de EEUU, fundada en Ucrania, «ha destinado cinco millones de dólares a organizaciones y fondos de apoyo» y ha bloqueado a los usuarios de Rusia y Bielorussia para que no usen sus servicios.

«Estrictamente prohibido realizar ciberataques desde los ordenadores de la compañía o del cliente, red, cuenta o VPN». Así es el asunto de un correo electrónico enviado la semana pasada por una firma ucraniana del sector servicios. En el texto se explica que estas acciones pueden dañar los recursos de la compañía o los de los clientes.

El ministro de Transformación Digital de Ucrania, Mikhailo Fedorov, promotor de Diia, una app gubernamental de servicios digitales, ha organizado un ejército digital que diariamente informa a sus suscriptores sobre sus próximos objetivos, principalmente, los sitios web de propaganda rusa. Un mes antes, hackers que trabajaron para el Kremlin consiguieron desestabilizar varias páginas gubernamentales ucranianas.

«Desde que empezó la guerra, muchos especialistas ucranianos empezaron a atacar los servidores rusos, mediante ataques de denegación del servicio, con tanto entusiasmo que los gerentes de las compañías mandaron una carta pidiendo no usar sus servidores y sus instalaciones», explica Eugeniy, un hombre de 30 años, que trabaja en el departamento de marketing de una de las empresas del sector.

Kostia, un desarrollador de software de 35 años, dice que «es muy lógico prohibir organizar los ataques desde los ordenadores corporativos», pero añade que muchos programadores tienen portátiles personales. «Nadie nos puede prohibir hacerlo desde los ordenadores personales», añade, y aunque él personalmente prefiere ayudar al Ejército de otra forma -mediante el pago de 1.000 euros en impuestos por adelantado y la donación de cientos de euros a las tropas-, reconoce que sus compañeros se organizan en grupos para participar en los ataques.

La firma para la que trabaja, cuyo nombre Kostia prefiere no revelar, también está colaborando con el Gobierno ucraniano para invitar a sus socios en otros países a no operar en el mercado ruso.

El valor del sector TIC

Según el informe anual de la Asociación Ucraniana de los TIC, en los últimos 25 años el sector ucraniano de las tecnologías de la información ha dado un salto cualitativo. Partiendo casi de cero, se ha convertido en una industria que emplea a 300.000 profesionales y crece entre un 25 y un 30 por ciento anualmente. Encabeza la lista de exportadores de servicios y genera más del 4 por ciento del PIB de Ucrania.

«Los profesionales ucranianos no son baratos, pero al mismo tiempo son una fuerza laboral de calidad», cuenta Eugeniy, que considera que Kiev cuenta con una base muy seria de preparación en matemáticas que le da ventaja en el mercado.